La batalla por Florida
El diario Hoy en Estados Unidos
06/11/2016 - 05:00hs
Las horas previas a la emisión del sufragio se viven con efervescencia y extremas medidas de seguridad. La preocupación de los latinos por la recuperación de Trump en las encuestas
Juan Gossen
(Enviado especial a Estados Unidos)
Quien resulte ganador en los Estados Unidos le dará un nuevo rumbo a la relación política y económica que nuestro país y toda Latinoamérica mantienen con la Casa Blanca.
Nuestro enviado especial, jefe de redacción del diario Hoy y columnista del programa Todo en Uno, que se emite todos los domingos por A24, está en Washington viviendo la antesala del proceso eleccionario de la principal potencia mundial, en la lucha entre demócratas y republicanos. “Los comicios se viven con mucha efervescencia. La población latina interesada en las elecciones está marcadamente inclinada hacia Hillary Clinton, sobre todo por el miedo que genera la recuperación de Donald Trump y la política antimigratoria que puede implementar. Hay un sector muy importante de la población latina que no va a ir a votar porque no es obligatorio, por desinterés y por la falta de papeles”, explicó Gossen. Al mismo tiempo, agregó que “hay un grado de ausentismo muy importante, lo cual va a favorecer a Trump”.
Con respecto a los propios estadounidenses, nuestro enviado especial consideró que “los sectores más postergados, que se han visto perjudicados por la apertura económica de EE. UU, van a votar, decididamente, a Trump. Lo que se está viendo es que, si bien es conservador y representa los intereses más concentrados de las élites norteamericanas, hay una base popular muy fuerte que apoya al republicano”. Por otro lado, Gossen sostuvo que la polarización está muy marcada y que los medios de comunicación más importantes apoyan a Hillary Clinton, haciendo prácticamente campaña por ella.
Durante la cobertura del primer día, nuestro enviado especial percibió las extremas medidas de seguridad llevadas a cabo por la Policía. “En los aeropuertos los controles son rigurosos, escanean a la gente tres o cuatro veces”, detalló.
Gossen realizó una serie de entrevistas a ciudadanos latinos que viven en Washington. César, de Colombia, explicó que prefiere que gane Hillary Clinton “porque tiene más intereses en común con respecto a toda la gente, no solo de Estados Unidos sino de todo el mundo. Trump solo piensa en su país, pero también hay que pensar a nivel mundial acerca de la paz, porque no toda la gente está como nosotros acá”.
Por su parte, Felipe, también ciudadano colombiano, sostuvo que “Hillary está mucho más preparada que Trump, ya que ha sido secretaria de Estado y primera dama. Conoce mucho más sobre el tema y es una mejor opción para los latinos y para el mundo”, concluyó.
Las últimas encuestas hablan de un empate técnico entre Trump y Hillary. Crece la incertidumbre en el equipo de la candidata demócrata, ya que el magnate ha recortado cinco puntos desde septiembre y el último sondeo electoral lo sitúa solo un punto por detrás de su rival.
Juan Gossen seguirá, en los próximos días, informando sobre todo lo que ocurre en tierra estadounidense en lo que será, tal vez, el acontecimiento político más importante para toda América.
“Los debates fueron muy básicos”
Pedro Juarros
(Economista, haciendo un doctorado en la Universidad de Georgetown)
El proceso eleccionario se vive con escepticismo. La gente con la que interactúo está algo decepcionada con todo lo que está pasando. Los debates fueron muy básicos, relacionados a cuestiones personales y no a políticas de Estado. En general están muy en contra de las propuestas de Trump, y el que lo aprueba no lo dice abiertamente. Clinton tampoco despierta grandes ilusiones entre los votantes. Queda la percepción de que votan al menos malo, aunque hay un fuerte rechazo a Trump.
“Ambos candidatos apuntaron a realizar campañas más emocionales que políticas”
Santiago Alessandri
(Licenciado en Informática)
Las elecciones presidenciales en los Estados Unidos constituyen un fenómeno muy particular que contrasta mucho con lo que uno está acostumbrado a ver en la Argentina. Esta elección, en particular, es atípica en un nivel alto. Ambos candidatos apuntaron a realizar campañas más emocionales que políticas y lograron que sus votantes los defiendan a pesar de los escándalos en los que ambos se han visto envueltos. Los debates presidenciales carecieron de contenido y fueron básicamente insultos cruzados.
Como resultado de esta campaña, se ve una sociedad fragmentada y dividida, una parcialidad muy marcada en cada grupo demográfico: el voto de las minorías, como los latinos y los afroamericanos, está muy inclinado a favor de Hillary, mientras que los votantes blancos tienen una clara preferencia por Donald Trump.
Esta división también puede verse cuando se agrupa por género y por grupos etáreos: las mujeres y los millennials favorecen a la candidata demócrata, mientras que los baby boomers y los hombres prefieren al magnate inmobiliario. ¿Quién ganará? No lo sé. Pero creo que el resultado va a ser mucho más cerrado de lo que la mayor parte de la gente piensa.
“Estas elecciones son un espectáculo armado para un talk show”
Daniela Feiteler
(Lic. en Comunicación)
Sobre las elecciones en Estados Unidos, si me preguntaban hace unas semanas atrás no podría haber dicho claramente quién tenía más posibilidades de ganar. En el último tiempo, sobre todos desde los días previos al último debate hasta acá, la balanza se inclinó, levemente, hacía Hillary. Varios factores intervinieron para que eso pasara: desde las “intimidades” de Trump que salieron a la luz, hasta el pronunciamiento a favor de Hillary de figuras reconocidas. El sector más conservador de la sociedad americana es muy fuerte. Están orgullosos de serlo y claramente adhieren a los disparates de Trump, quien ha sabido diseñar un discurso que los interpela permanentemente y pone a flor de piel sus peores ideas.
Lo que más lamento de esta campaña es que se haya perdido el real sentido político y social. Estas elecciones son un espectáculo armado para un talk show. El último debate presidencial fue precisamente eso: casi ni respondieron las preguntas y se dedicaron a montar un show de vedettes.