El atacante del Capitolio apeló su sentencia de 41 meses de cárcel

Uno de los líderes del ataque sucedido el 6 de enero de 2021, Jacob Chansley, apeló la sentencia a la que había sido condenado, de 41 meses de prisión, 2.500 dólares y tres años de libertad vigilada.

La defensa de Jacob Chansley, conocido como el “Chamán de QAnon”, presentó este miércoles un recurso ante un tribunal de Estados Unidos para apelar su declaración de culpabilidad y la sentencia de casi cuatro años de prisión que le fue impuesta por participar de manera activa en el asalto al Capitolio del 6 de enero.El icónico alborotador que se trasladó al Congreso con atuendo bovino y grandes cuernos sobre su cabeza, contó en esta ocasión con un nuevo dúo de abogados, después de que decidiera despedir al anterior tras la condena de 41 meses, una multa de 2.500 dólares y otros tres años de libertad vigilada que le dictó un juez federal en noviembre.

Después de que Chansley renunciara a la mayoría de sus derechos de apelación como parte del acuerdo de culpabilidad al que llegó con los fiscales, sus nuevos abogados presentarán, casi como última alternativa, un recurso alegando una supuesta negligencia del anterior letrado.Para demostrar que su primer defensor, Albert Watkins, actuó de manera negligente, la nueva defensa integrada por John Pierce y William Shipley tendrá que demostrar que no representó de manera competente a Chansley, y por eso salió directamente damnificado con el resultado final del caso, informó la cadena televisiva local NBC.

La del “Chamán de QAnon” será la segunda sentencia relacionada con aquellos disturbios instigados por el propio expresidente Donald Trump que es apelada, después del recurso presentado la semana pasada por Scott Fairlamb, un antiguo luchador de artes marciales mixtas que fue condenado a 41 meses de cárcel por, entre otras cosas, agredir a un policía.Al igual que Chansley, Fairlamb también firmó un acuerdo de culpabilidad con el que renunciaba a la gran mayoría de sus derechos de apelación, por lo que adjudicar una conducta inapropiada al anterior abogado es también casi la única alternativa viable para poder revertir la situación.Ante la repercusión que tuvo su mediática presencia en el hecho sin precedentes que conmovió al mundo y puso en jaque a la democracia estadounidense, Chansley se presentó un día después de manera voluntaria ante el FBI para confesar su rol.El 9 de enero se entregó a las autoridades, que presentaron seis cargos en su contra, de los que solo aceptó el de obstrucción a un proceso legal.

El icónico alborotador que se trasladó al Congreso con atuendo bovino y grandes cuernos sobre su cabeza, contó en esta ocasión con un nuevo dúo de abogados, después de que decidiera despedir al anterior tras la condena de 41 meses, una multa de 2.500 dólares y otros tres años de libertad vigilada que le dictó un juez federal en noviembre.

Después de que Chansley renunciara a la mayoría de sus derechos de apelación como parte del acuerdo de culpabilidad al que llegó con los fiscales, sus nuevos abogados presentarán, casi como última alternativa, un recurso alegando una supuesta negligencia del anterior letrado.

Para demostrar que su primer defensor, Albert Watkins, actuó de manera negligente, la nueva defensa integrada por John Pierce y William Shipley tendrá que demostrar que no representó de manera competente a Chansley, y por eso salió directamente damnificado con el resultado final del caso, informó la cadena televisiva local NBC.

La del “Chamán de QAnon” será la segunda sentencia relacionada con aquellos disturbios instigados por el propio expresidente Donald Trump que es apelada, después del recurso presentado la semana pasada por Scott Fairlamb, un antiguo luchador de artes marciales mixtas que fue condenado a 41 meses de cárcel por, entre otras cosas, agredir a un policía.

Al igual que Chansley, Fairlamb también firmó un acuerdo de culpabilidad con el que renunciaba a la gran mayoría de sus derechos de apelación, por lo que adjudicar una conducta inapropiada al anterior abogado es también casi la única alternativa viable para poder revertir la situación.

Ante la repercusión que tuvo su mediática presencia en el hecho sin precedentes que conmovió al mundo y puso en jaque a la democracia estadounidense, Chansley se presentó un día después de manera voluntaria ante el FBI para confesar su rol.

El 9 de enero se entregó a las autoridades, que presentaron seis cargos en su contra, de los que solo aceptó el de obstrucción a un proceso legal.

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