Francisco no pudo terminar la lectura de su homilía por “problemas de respiración”

El Papa Francisco debió interrumpir el día de ayer la lectura de su homilía ante 30 mil militares de todo el mundo reunidos en el Vaticano para el Jubileo de las Fuerzas Armadas por “problemas de respiración”. De esta forma, un arzobispo tomó su lugar, concluyendo la lectura del texto. “Ahora me disculpo y pido al maestro que continúe la lectura por dificultad en la respiración”, indicó el Pontífice.

Francisco arrastra desde hace unos días estos síntomas por una bronquitis que tiene activa, que ya lo obligó a trasladar sus audiencias del pasado viernes y sábado a su residencia, la Casa Santa Marta. También el pasado jueves, el Pontífice celebró las audiencias en su residencia de la Domus Vaticana y no en el Palacio Apostólico Vaticano, donde recibió primero a los jóvenes sacerdotes y monjes de las Iglesias orientales autocéfalas, en visita de estudio a Roma, y después a los obstetras, ginecólogos y personal sanitario procedentes de la provincia de Calabria.

“Recemos por la paz”

Durante su lectura, el Papa hizo un fuerte pedido para que se escuche el grito de paz y que callen las armas. “Hermanos y hermanas, recemos por la paz. Por la martirizada Ucrania, por Palestina, Israel, Myanmar, todo Oriente Medio, Sudán. Que callen las armas en todo el mundo y se escuche el grito de los pueblos, que piden paz”, destacó. “Queridos hermanos y hermanas, les agradecemos cuanto hacen, en ocasiones arriesgando sus propias vidas. Gracias porque, subiendo sobre nuestras barcas en peligro, nos ofrecen su protección y nos alientan a seguir nuestra travesía”, le remarcó a su vez a los 30 mil uniformados que se encontraban. “Este servicio armado sólo ha de ejercerse en defensa propia, nunca para imponer la dominación sobre otras naciones y siempre respetando las convenciones internacionales sobre conflictos”, concluyó.