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culturaTras la reunión que mantuvieron en Jerusalén, ambos países coincidieron en la necesidad de “eliminar” al grupo terrorista Hamás y afirmaron que Teherán es la mayor fuente de inestabilidad de la región.
17/02/2025 - 00:00hs
El secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, se reunió con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para analizar la situación en Medio Oriente y tratar la iniciativa de Donald Trump destinada a trasladar a los palestinos de Gaza y derrotar a la organización terrorista Hamás. Tras el encuentro, ambos líderes manifestaron su disposición de sostener la viabilidad de la propuesta de Trump para el enclave palestino y coincidieron, en medio de las tensiones en la región, que el mayor enemigo actualmente es el régimen iraní.
“El presidente Trump y yo estamos totalmente coordinados con una estrategia compartida. No todo puede revelarse, ni siquiera cuándo se abrirán las puertas del infierno”, aseguró Netanyahu durante la alocución conjunta al finalizar la reunión. Por su parte, el secretario de Estado aprovechó para enviar un mensaje al pueblo israelí: “Quiero transmitir a la gente de este gran país, por todo lo que han pasado y por lo que pasarán, que son un país extraordinario. Se han levantado de las cenizas de un momento muy bajo en la historia de la humanidad, enfrentados a amenazas de todos lados y son un ejemplo para todo el mundo. Si hubiera más Israel en Oriente Medio, habría más paz y tranquilidad”.
La agenda del funcionario de la Casa Blanca incluye también una reunión a solas con Gideon Saar, ministro de Relaciones Exteriores de Israel. Saar es una pieza clave en las negociaciones para mantener la tregua en Gaza.
Rubio siempre respaldó al gobierno de Netanyahu, y el cónclave con Netanyahu apunta a debatir cómo sigue el cese del fuego con Hamás, que es frágil y debería ingresar en una segunda etapa desde marzo. La segunda fase de la tregua establece que Hamás debe liberar a todos los rehenes —vivos y muertos—, mientras que Netanyahu debe ordenar la retirada de todas las Fuerzas de Defensa de Israel que están desplegadas en Gaza. El premier israelí no quiere retirar las tropas y eso implicaría que la organización terrorista no entregará un solo rehén más.
La negativa de Netanyahu tiene una razón militar: si las tropas propias se van de Gaza, Hamás se queda con el control territorial y puede atacar de nuevo. A su vez, el 61% de la sociedad israelí —última encuesta publicada— exige que se logre la libertad de los cautivos. Solo un 18 por ciento optó por ir a la guerra contra Hamás, en lugar de recuperar a los secuestrados en la Franja.
En ese sentido, Netanyahu y Rubio trabajarán en Jerusalén para diseñar una respuesta a Hamás que permita liberar a los rehenes y mantener a las tropas del ejército israelí en la Franja. Los dos objetivos corren a la par, y no son excluyentes para el primer ministro y el secretario de Estado.