La Policía Federal (PF) de Brasil puso en marcha ayer una nueva fase del Operativo Daño a la Patria, que busca identificar y detener a los participantes y financistas de los ataques a las sedes de los tres poderes del pasado 8 de enero.
Las nuevas acciones incluyen 11 órdenes de captura, entre las que se cuenta la del sobrino de Jair Bolsonaro, Léo Índio, y 27 órdenes de allanamientos en cinco estados.
Las órdenes fueron emitidas por el Supremo Tribunal Federal (STF) en respuesta a las acciones de los golpistas que “promovieron la violencia y daños generalizados contra inmuebles, muebles y objetos” en el Palacio del Planalto, el Congreso Nacional y el STF, reportó la estatal Agencia Brasil.
Para la Policía Federal, “los hechos investigados constituyen, en teoría, los delitos de abolición violenta del Estado democrático de derecho, golpe de Estado, daño calificado, asociación para delinquir, incitación al delito, destrucción y deterioro o destrucción de una propiedad protegida”.
Según TV Globo, Léo Índio participó en los actos de terrorismo del 8 de enero y publicó imágenes en la terraza del Congreso Nacional y cerca de la sede del STF. En una de las publicaciones, Índio aparece con los ojos rojos, según él por los gases lacrimógenos que utilizó la Policía Militar.
En el marco del proceso por el golpe fallido, fueron arrestados y continúan en esa condición el exjefe de la Policía de Brasilia, coronel Fabio Augusto Vieira, y el exsecretario de Seguridad Pública de Brasilia y exministro de Bolsonaro, Anderson Torres.