El gobierno de Polonia desplegó miles de soldados en la zona.
Los migrantes que se encuentran en un improvisado campamento en territorio bielorruso en la frontera con Polonia e intentan ingresar a la Unión Europea fueron reprimidos por el gobierno polaco, que denunció que sus soldados “fueron atacados con piedras”. Las autoridades cifran en entre 3.000 y 4.000 el número de migrantes, muchos de ellos kurdos iraquíes, acampados a lo largo de su frontera, aguantando temperaturas glaciales y bloqueados entre la presión de las fuerzas bielorrusas y la contención de los soldados polacos.
“Los migrantes atacaron a nuestros soldados y oficiales con piedras y están tratando de destruir la valla e ingresar a Polonia. Nuestras fuerzas utilizaron gases lacrimógenos para sofocar la agresión de los migrantes”, afirmó el Ministerio de Defensa en Twitter.
La situación se normalizó luego y los migrantes comenzaron a regresar a su improvisado campamento en territorio bielorruso. Con un discurso duro contra la inmigración, el gobierno polaco aprobó el estado de emergencia en la frontera, desplegó miles de soldados en la zona y prevé la construcción de un muro entre ambos países.