Mongolia, Hong Kong, Singapur, Malasia y Tailandia debieron volver a fuertes restricciones.
Países asiáticos que parecían haber controlado el coronavirus sumaron hoy más restricciones para intentar contener rebrotes, incluyendo el cierre de escuelas, restaurantes, gimnasios y la cancelación de bodas.
En Mongolia, un país poco poblado, la cifra de muertes diarias se disparó de 15 a 233 en las últimas 24 horas, mientras que Taiwán, cuya gestión de la pandemia era elogiada como un éxito, elevó su nivel de alerta tras registrar más de 1.000 casos en siete días.
Hong Kong y Singapur se vieron obligados a posponer una burbuja de viaje sin cuarentena, por segunda vez esta semana, luego de un rebrote en Singapur, mientras que Malasia impuso un confinamiento de un mes y Tailandia registró récord de muertes diarias.
China, que casi ha erradicado la transmisión comunitaria del virus detectado por primera vez en su territorio a fines de 2019, enfrenta un rebrote en una de sus provincias al parecer vinculado a personas llegadas desde el extranjero.
Los rebrotes ni se aproximan a la gravedad de los que han afectado a la India y a partes de Europa, pero son recordatorios de que el virus sigue siendo una amenaza pese al tapabocas obligatorio, los testeos y rastreos masivos y la vacunación.
En Taiwán, el Gobierno elevó hoy el nivel de alerta sanitaria por el coronavirus e instauró nuevas medidas de distanciamiento social ante un aumento de casos atribuido a la variante del virus detectada por primera vez en Inglaterra.
Toda la isla pasó al nivel 3, que implica el cierre de escuelas, salas de espectáculos, bibliotecas e instalaciones deportivas, el uso de la mascarilla en lugares públicos y la prohibición de reuniones en casas de más de cinco personas y en exterior de más de diez.
El ministro de Salud, Chen Shih-chung dijo que los contagios están aumentando también en otras ciudades además de Taipéi y Nuevo Taipéi, que ya estaban en un nivel de alerta 3, informó la agencia de noticias AFP.
Cheng informó de 267 nuevos casos de contagios y dijo que en los últimos cinco días las infecciones superan las 1.200. Si se pasa al nivel de alerta 4 significaría un confinamiento generalizado, algo que Chen dijo que por ahora no se contempla.
Taiwán fue durante meses un ejemplo de buena gestión frente a la pandemia. La isla, cuyos habitantes estaban muy acostumbrados a usar mascarilla, logró frenar rápido la primera ola de casos y eso le permitió vivir de manera casi normal durante meses.
En China, personal sanitario instaló hoy puestos de control en peajes de autopista, aeropuertos y estaciones de trenes de la provincia costera de Liaoning, en el noreste del país, donde esta semana se descubrió un rebrote de coronavirus.
Los viajeros que lleguen a la provincia deben mostrar un test negativo de coronavirus, y las autoridades ordenaron una campaña de testeos masivos en Yingkou, una ciudad portuaria de Liaoning que tiene conexiones de comercio marítimo con más de 40 países.
En Hong Kong, las autoridades reaccionaron a los rebrotes incrementando de 14 a 21 días la extensión de la cuarentena para los viajeros no vacunados que lleguen de países de riesgo, como Singapur, Malasia y Japón.
Tailandia, otro países cuya gestión de la crisis era considerada todo un éxito, informó ayer un récord de 35 muertes por coronavirus, y hoy otras 29 en las últimas 24 horas, lo que elevó el total a 678, de las cuales 584 corresponden a la actual ola.
En Malasia, el Gobierno reimpuso este mes una cuarentena total hasta el 7 de junio luego de un aumento de los contagios atribuido a variantes más transmisibles.
Se trata del segundo confinamiento en un año en un país donde los casos de multiplicaron por cuatro desde enero.
Los viajes internos y las actividades sociales están prohibidas, las escuelas cerraron y los restaurante solo pueden realizar envíos de comida.