Recrudece la violencia en Myanmar y el Papa pide el cese de la represión
Con un total de 38 muertes a causa de la represión en las grandes manifestaciones tras el golpe de estado que rige en el país desde el 1º de febrero.
Se trata de Svetlana Tijanovskaya, quien enfrentó al oficialismo en las últimas elecciones. El régimen de Alexander Lukashenko sigue reprimiendo protestas y encarcelando a periodistas y opositores.
04/03/2021 - 00:00hs
El Comité de Investigación de Bielorrusia inició los trámites para solicitar la extradición de Svetlana Tijanovskaya, una líder opositora que huyó a Lituania tras las polémicas elecciones de agosto del año pasado en las que oficialmente salió segunda, y cuyos resultados son muy cuestionados.
El régimen de Alexander Lukashenko, ganador oficial de esos comicios, considera a Tijanovskaya una prófuga, y ahora intenta hacerla volver al país, en un caso similar al de Alexei Navalny, el líder opositor ruso que fue arrestado al volver de Berlín, tras sufrir un envenenamiento que lo mantuvo durante meses en el hospital, y que hace pocos días fue enviado a un campo de concentración.
Por cierto, también Rusia considera a la mujer una criminal, y los medios oficiales del país liderado por Vladimir Putin la atacan constantemente.
Bielorrusia vive días agitados. La organización pacifista Amnistía Internacional viene denunciando una campaña de represión “sin precedentes” y de violaciones de Derechos Humanos por parte del gobierno de Lukashenko. Las protestas populares contra el régimen no son toleradas: el sábado, la Policía arrestó a 25 personas que se proponían prender fuego a un espantapájaros vestido con los colores de la bandera nacional. Y las periodistas Katsiaryna Andreyeva, de 27 años, y Darya Chultsova, de 23, fueron encarceladas el mes pasado por retransmitir una manifestación que tuvo lugar en noviembre en Minsk, capital del país.
Anteayer, la periodista Katerina Borisevich y el médico Artem Sorokin también fueron condenados a prisión por revelar que no había trazas de alcohol en el cadáver de Roman Bondarenko, un joven maestro muerto bajo custodia policial. Bondarenko había sido salvajemente golpeado y detenido durante una protesta en contra del gobierno.
Otro opositor al régimen se enfrenta también a la perspectiva de ser sentenciado a una pena de prisión: el ejecutivo bancario Viktor Babariko, que el año pasado anunció su candidatura a la Presidencia. Poco después de ese anuncio, Babariko fue acusado de corrupción y detenido. Ahora es juzgado por el Tribunal Supremo bielorruso y podría ser condenado a 15 años de prisión.
Según Amnistía Internacional, el gobierno de Lukashenko, que se mantiene en la presidencia desde la creación de Bielorrusia en 1994, ha puesto la mira en “defensores y defensoras de los Derechos Humanos y periodistas cuyo único delito ha sido documentar la oleada de graves violaciones de DD. HH. cometidas por las fuerzas de seguridad tras las controvertidas elecciones presidenciales de agosto del año pasado”.