La dimisión de Bustillo fue precedida por la filtración de audios en los que se escucha al excanciller instando a su vicecanciller, Carolina Ache, a no colaborar con la Justicia en una investigación.
El Canciller de Uruguay, Francisco Bustillo, presentó su renuncia luego de quedar involucrado en el caso que investiga la entrega de un pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset. En un comunicado, Bustillo expresó: “Para evitar toda sospecha de que como jerarca pudiera ejercer cierta injerencia sobre terceros, amparado en las prerrogativas del cargo, me permito informar que es tal mi tranquilidad que he presentado la renuncia respectiva”.
La dimisión de Bustillo fue precedida por la filtración de audios en los que se escucha al excanciller instando a su vicecanciller, Carolina Ache, a no colaborar con la Justicia en la investigación. En estos registros, Francisco sugiere a Ache que se deshaga de su teléfono celular para evitar entregarlo a las autoridades, impidiendo así el acceso a los chats con Guillermo Maciel, el número dos del Ministerio del Interior. En estas conversaciones, Maciel advierte sobre el riesgo de otorgar documentación a Marset, quien era considerado un “narco muy peligroso y pesado”.
Además, se reveló que Bustillo intentó influir en la investigación administrativa interna en la Cancillería, evidenciando una presunta obstrucción a la Justicia.
La divulgación de los audios generó un contundente repudio en el arco político uruguayo, tanto del oficialismo como de la oposición, quienes exigieron la remoción inmediata de Bustillo del cargo. El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, declaró: “Los hechos que se conocieron hoy son muy graves y ameritan medidas inmediatas vinculadas a quienes actuaron fuera del marco jurídico”. Por su parte, el senador Jorge Gandini advirtió que este escándalo podría afectar al gobierno si no se reacciona adecuadamente: “Cada uno debe hacer ya lo que le corresponde para ayudar al Presidente”.