Un hombre vestido con ropa de trabajo abrió fuego contra personas que esperaban el metro en la populosa ciudad estadounidense. Pánico y drama en Brooklyn.
Nueva York, sede del atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001 contra los Estados Unidos, volvió a vivir momentos de pánico y tensión luego de que un hombre atacara a los tiros a personas que esperaban el metro en Brooklyn.
Los propios pasajeros pudieron registrar el momento en que varios de ellos -al menos unos 16- caen heridos de bala, mientras decenas de ellos salieron corriendo con desesperación huyendo de los disparos.
Según los primeros reportes, se trató de un hombre que estaba vestido con ropa de trabajo y que abrió fuego contra las personas que estaban en la estación a la espera del subterráneo.
“Inmediatamente, todo comenzó a llenarse de humo. Luego, empezó a disparar e hirió tanto a personas que estaban en el tren, como en la plataforma”, señalaron fuentes a cargo de la investigación, en base al testimonio de testigos.
En ese momento, la Policía entró en acción para buscarlo tras la huida. Por eso, se ordenó desalojar y cerrar las escuelas de la zona de la calle 36 y la 4ta avenida en Brooklyn, para poder desarrollar el operativo de búsqueda.
Al parecer, no es un hecho aislado, ya que según datos de la propia Policía neoyorquina, en el primer trimestre de 2022 la cifra de tiroteos en Nueva York pasó de 260 a 296 con relación al mismo período del año pasado.
A poco de difundirse el grave ataque, la portavoz del presidente Joe Biden, Jen Psaki, aseguró que “el personal superior de la Casa Blanca está en contacto con el alcalde Adams y el Comisionado de Policía Sewell para ofrecer la ayuda que sea necesaria”.
Por su parte, la gobernadora del Estado de Nueva York, Kathy Hochul, aseguró que la Policía “descartó” que el ataque “haya sido un atentado terrorista”, al tiempo que marcó que “esta es una situación de tirador activo en este momento en la ciudad de Nueva York”.
“La tranquilidad y la normalidad fueron interrumpidas, brutalmente interrumpidas, por un individuo tan despiadado y depravado que no se preocupó por las personas a las que atacaba mientras simplemente realizaban su vida diaria. Este individuo todavía anda suelto. Esta persona es peligrosa”, aseguró.
A su turno, el alcalde neoyorquino, Eric Adams, tampoco habló de un ataque terrorista aunque aseguró que sí se trató de un “acto de terror”. Para llevar calma, marcó que “es una investigación preliminar, pero esto es un acto de terror. Alguien intentó aterrorizar nuestro sistema”.
“Hay una investigación preliminar en curso y no queremos dar ninguna información errónea. Queremos ser extremadamente minuciosos y reflexivos en la información que damos”, sostuvo.
El testimonio de los pasajeros
Quienes estaban en el subte en ese momento atravesaron momentos de pánico y terror, sobre todo por ver a las personas tiradas y ensangrentadas, rodeados de columnas de humo.
“La puerta de mi metro se abrió en medio de la calamidad. Había humo y sangre y gente gritando”, relató a la radio local el pasajero Sam Carcamo, quien agregó que “hubo muchos disparos, ni siquiera sé cuántos”. Por su parte, Danny Mastrogiorgio señaló que había “un grupo de pasajeros, entre los que había varios heridos, que corrían asustados por las escaleras del metro en la estación de la calle 25 y al menos dos tenían heridas visibles en las piernas”, y agregó que “era una locura. Nadie sabía exactamente lo que estaba pasando”.