Los países del G7, la Unión Europea y Australia acordaron imponer un precio máximo
de 60 dólares al barril ruso. Desde Kiev aseguran que la medida hundirá la economía
del segundo mayor exportador mundial de crudo.
En las primeras horas de ayer, Ucrania afirmó que la imposición de un tope de precios al petróleo de Rusia, anunciada en la víspera por la Unión Europea (UE), los países del G7 y Australia, hundirá la economía del segundo mayor exportador mundial de crudo. “Siempre alcanzamos nuestro objetivo y la economía de Rusia será destruida y Rusia deberá asumir la responsabilidad de todos sus crímenes”, afirmó André Yermak, el jefe de Gabinete presidencial en Kiev.
Los 27 países del bloque europeo, el G7 que integran las economías más avanzadas y Australia acordaron el viernes imponer un precio máximo de 60 dólares al barril de petróleo ruso, una iniciativa inédita que apunta a erosionar una fuente clave para Moscú para financiar su ofensiva en Ucrania. La medida, que sigue el acuerdo alcanzado en el G7 para un fijar un tope entre 65 y 70 dólares al crudo ruso, entrará en vigor mañana, junto a una prohibición de la UE –adoptada en octubre– a comprarlo por vía marítima.
“No aceptaremos ese tope”, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, citado por las agencias rusas, y agregó que el gobierno estaba evaluando cómo responder a la medida. “Estamos analizando (la situación). Se han hecho ciertos preparativos para este límite”, dijo Peskov. En sintonía, la embajada de Rusia en Estados Unidos tildó de “peligroso e ilegítimo” el tope, y confió en que “el petróleo ruso seguirá teniendo demanda” en ese país.
El tope de precio al crudo ruso fue inicialmente anunciado por el bloque europeo, tras días de intensas negociaciones, y luego fue también adoptado por los países del G7 y Australia. Con esta decisión, asimismo, las naciones occidentales pretenden evitar que Rusia “obtenga ganancias de su guerra agresiva contra Ucrania” y “apoyar la estabilidad en los mercados energéticos mundiales”, según detallaron los países en un comunicado conjunto.
Por su parte, la Casa Blanca saludó el acuerdo alcanzado en Bruselas que, según el vocero del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, “ayudará a limitar la capacidad de (el presidente ruso Vladimir) Putin de beneficiarse del mercado petrolero para financiar una máquina de guerra que continúa matando ucranianos inocentes”. Rusia recaudó unos 70.000 millones de dólares de sus ventas de crudo a los países de la UE desde el inicio del conflicto, según Phuc-Vinh Nguyen, experto en temas energéticos del Instituto Jacques Delors, una suma mayor al presupuesto militar anual ruso.