Luego del duro mensaje de la Conferencia Episcopal Argentina, que representa a la Iglesia Católica, tras la sanción de la IVE, se sumaron las Iglesias Evangélicas. Un fuerte comunicado de Aciera salió a cuestionar al Presidente
Un un comunicado firmado por Rubén Proietti, presidente de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (Aciera), la Iglesia Evangélica se sumó a la Iglesia Católica a criticar duramente la sanción del aborto legal. En este caso particular, Proietti fue más allá y apuntó directamente al Presidente Alberto Fernández, “cuya palabra hace tiempo ya perdió todo peso”.
“Desde nuestra posición hemos hecho todo el esfuerzo práctico para evitar que argentinos designados por el voto popular no legalizaran la muerte. Esos argentinos (los legisladores que debieran representarnos), fueron elegidos por listas sábanas, que es lo que históricamente de un modo arcaico rige en nuestro país (un atraso que conviene a los mercaderes de la política)”, arranca Proietti en el comunicado.
“Lo doloroso es que, a pesar de estar en un país donde vive una población que por inmensa mayoría no aprueba el aborto, el juego político hace que lejos de los argumentos científicos, sociales, religiosos, y de todo tipo, los que deciden, juegan otro partido, el partido de ellos, el de los puestos, las conveniencias, las ideologías partidarias, las presiones de interés, de modo de desnaturalizar el verdadero tema en discusión”, continúa.
Proietti puso en tela de juicio la democracia, ya que denunció que todo está sellado de “antemano”. “Escuchar esas largas e interminables exposiciones, haciendo ver que ejercen la democracia, cuando todo está sellado de antemano… porque para eso la prensa dijo una y otra vez que se demoraban en presentar el proyecto hasta tener la certeza de los votos comprometidos para ganar. Y así fue. Independientemente de todos los discursos de uno y otro lado. Los discursos son para la fachada democrática. Pero de ninguna manera para darle lugar a la razón y menos para representar el sentir popular”, agrega.
También hubo espacio para la autocrítica como Iglesia, pero no hacia lo que tiene que ver con educación sexual, sino en lo que se refiere a la presencia de Dios. “Argentina está constituida fundamentalmente por gente buena, que cree y tiene sanas convicciones. El 80% ha manifestado en diversas encuestas serias creer en Dios. Pero a Dios no se lo tiene en cuenta, simplemente porque Dios no entra en el juego político que caracteriza a esta estructura democrática. Ahora bien, también debemos asumir que, si Dios no está en la vida pública del país, no solo en el Parlamento, sino tampoco en el Gobierno, los medios, los negocios, las universidades o las aulas escolares, esto se debe a que, como Iglesia, somos los encargados de llevar la vida de Cristo a esos ámbitos, pero no lo hemos hecho bien, y en tal sentido tendremos que cambiar, para ser luz, sal e influencia del Reino en todas aquellas esferas”, sostiene en el comunicado.
Por último, expresó una dura crítica a los legisladores, pero también al Presidente Alberto Fernández.
“A esta altura, nuestra clase política ya no sabe moverse y decidir en base a convicciones, sino que lo hacen en base a circunstancias, intereses y oportunidades, en su mayoría, de índole inmoral y a espaldas del pueblo. Y si no, miren al Presidente, cuya palabra hace tiempo ya perdió todo peso. Decir que como católico, para él, el aborto no es pecado, o cuando ofende a la mayoría de los argentinos diciendo que es hipócrita por oponerse o no reconocer el aborto…”, señaló en la última parte del comunicado Proietti.