Beneficios millonarios para los bancos
Los bancos son los grandes beneficiarios del modelo K. Fueron autorizados a aumentar sus comisiones. Así se incrementarán los costos que pagan los clientes por el uso de cajeros, mantenimiento de cuentas corrientes y cajas de ahorro, y por la reposición de tarjetas de crédito y débito
El relato oficial habla sobre una Argentina en crecimiento y con gran vitalidad y fuerza para afrontar los coletazos de la crisis económica que azota al país desde hace varios meses, aunque la fábula kirchnerista choca de nariz con lo que vive la sociedad en su andar diario.
Mientras el argentino medio debe sufrir aumentos constantes en los precios de sus alimentos y servicios, resultando ampliamente perdedores ante el avance inflacionario, los bancos han resultado a lo largo de la mal llamada década ganada, los grandes triunfadores de un sistema que les ha permitido obtener dividendos con un mínimo costo.
En el día de ayer se supo que los bancos podrán cobrar más caro las comisiones de sus servicios. Esta medida, ejecutada con la complicidad del Banco Central y de las autoridades económicas nacionales, debilita aún más el deteriorado bolsillo de los argentinos. El acuerdo con las entidades bancarias consistió en incrementar un 20% promedio los productos considerados premium y 12% los básicos. Sin embargo, hay subas superiores al 25 por ciento en algunos servicios. Por ejemplo, la comisión que los clientes pagan por el uso de cajeros ajenos a la red de la entidad (Link o Banelco) o por la operatoria en cajeros no propios a nivel local o en el exterior. Para la reposición de tarjeta de débito la suba es del 14%, mientras que una tarjeta de crédito internacional trepa al 19 por ciento.
Con esta modificación, las cuentas corrientes tendrán un recargo cercano al 23 por ciento, mientras que otros servicios trepan casi al 30%. Desde diciembre de 2007 a la fecha, el costo de mantenimiento de una caja de ahorro ha tenido un incremento superior al 500%, cifra más que por encima de la inflación en dicho período, siendo todo ello ganancia fácil y rápida para las entidades financieras.
Aumentos usurarios
Fernando Blanco Muiño, presidente de la Unión de Consumidores de Argentina, le aseguró a Hoy que “esto que se estipuló un aumento son comisiones bancarias por servicios propios del banco y no deberían ser cobradas, porque si el banco le cobra mantenimiento de cuenta corriente, eso es parte del objeto de su prestación garantizar el funcionamiento de la cuenta, de hecho son cargas que se han ido incorporando que antes no se cobraban”.
Para el referente de los consumidores, “el argumento de las comisiones bancarias debe ser revisados, bajo ningún concepto se puede sostener el servicio financiero con estos cargos excesivos para con el cliente. Con las comisiones los bancos mantienen su operatividad, y que todo lo que sea rentabilidad a través de la empresa es sobre la rentabilidad general”.
“Queda claro que bajo la gestión kirchnerista, uno de los sectores que más plata ha ganado han sido los bancos, y lo han ganado a costillas de los usuarios del sistema financiero, de sus clientes y de las cooperaciones financieras con bonos argentinos, y en ninguno de los casos el gobierno ha puesto límite alguno a este accionar”, sentenció Blanco Muiño.
El aumento en los créditos al consumo que se dio en los últimos tiempos en detrimento de los créditos a la producción, se basa más que nada en que son al corto plazo y con mayores beneficios para las entidades bancarias que lo dan, a la vez que la Argentina se desindustrializa y pierde vigencia el trabajo genuino ganando terreno la bicicleta financiera. Mientras en todo el mundo se regulan las ganancias de los bancos, en la Argentina las entidades ni siquiera pagan impuestos por la renta financiera. La falta de un plan estratégico por parte del gobierno nacional, ha llevado a que la desaceleración del crecimiento, la caída en el consumo y el impacto negativo de la inflación la estén pagando los que menos tienen. Hechos concretos de la mal llamada década ganada.
Un sector sin cambios
La ley que regula toda la actividad bancaria, es la Ley Nº 21.526 de Entidades Financieras, que deja las operaciones a la consideración exclusiva de las políticas marcadas por cada una de las entidades.
Dicha iniciativa fue dictada en junio de 1977 bajo la última dictadura militar, cuando el mandamás económico del país, era José Alfredo Martínez de Hoz, y que los gobiernos democráticos de 1983 a la fecha modificaron parcialmente, pero dejando esencialmente el espíritu general de la misma, y que a pesar de que corren muchas iniciativas para cambiar esta situación, las mismas descansan en los despachos del Congreso nacional.
Lo que hizo el gobierno fue modificar la carta orgánica del Banco Central, como modificación central del sistema financiero, no avanzó en nada en cambiar esta norma herencia de la dictadura, y esto se debió más que nada al lobby del sistema bancario argentino con fuerte eco en la Casa Rosada.
Ingresos siderales
El último informe del Banco Central de la República Argentina (BCRA), indica que en el primer bimestre de este año, la rentabilidad del sector financiero totalizó unos 1.036 millones de dólares, mientras en los últimos doce meses acumuló US$4.707 millones.
Los bancos registraron un fuerte salto en su rentabilidad durante 2014, cuando contabilizaron casi US$5.160 millones, frente a US$3.269 millones en 2013 y a US$2.178 millones en 2012.
Los números dejan en claro cómo las entidades financieras han tenido un crecimiento exponencial durante los años de gobierno kirchnerista, alcanzando ganancias récords que no se ha visto retribuido en mejor servicio al cliente.