Borinsky, el elegido de Macri

La causa por espionaje ilegal a familiares de tripulantes del submarino ARA San Juan tuvo modificaciones que nuevamente evidencian la connivencia del Poder Judicial con Juntos por el Cambio.

Este viernes se dio a conocer que Mariano Borinsky fue sorteado para integrar la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal para resolver si confirma o no el sobreseimiento de Mauricio Macri.

El miércoles se supo que Guillermo Yacobucci, Ángela Ledesma y Daniel Petrone habían corrido a Alejandro Slokar del expediente, a pedido del expresidente y los dos directivos de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) macrista: Gustavo Arribas y Silvia Majdalani.

El argumento que se utilizó para llevar adelante este pedido es que, como Slokar ya había sido apartado de la causa D’Alessio –que está conectada a la de espionaje ilegal–, también debía correrse de la causa ARA San Juan.

En este contexto es que Borinsky debe revisar el fallo que la Cámara Federal porteña dictó el 15 de julio pasado.

La relación Borinsky-Macri

En abril de 2021 se revelaron registros de visitas a la Quinta Presidencial de Olivos durante la gestión de Mauricio Macri.

Esta evidencia reveló que el juez de la Cámara de Casación Penal había visitado al expresidente al menos 15 veces durante su mandato.

El registro indica que el motivo de las visitas de Borinsky a Macri estaría vinculado a actividades recreativas como jugar al tenis, pádel o fútbol. Esto fue confirmado por el juez más tarde.

Además de haber ido a Olivos, Borinsky también había visitado a Macri en la Casa Rosada. Sobre esto, el magistrado explicó que en realidad había ingresado allí para reunirse con Pablo Clusellas, secretario de Legal y Técnica.

Luego, el ministro de Justicia, Martín Soria, presentó una denuncia que terminó con la resolución del juez federal Marcelo Martínez de Giorgi de sobreseer tanto al expresidente como a Borinsky.

La situación de las familias

La abogada de los familiares de los tripulantes, Valeria Carreras, dialogó con diario Hoy acerca de las novedades de la causa.

“Los jueces dijeron que hubo tareas de inteligencia superficiales y que esto se hizo durante un año porque las señoras eran peligrosas para la seguridad del presidente”, contó. Sin embargo, enfatizó en que estas conjeturas “no se basan en nada, ni en un improperio en redes sociales”.

Por otro lado, explicó que, de haber sido así, “luego de los 30 días de tener un objetivo, hay que dar aviso a un juez si se detecta algo, y eso nunca se hizo”.

“Si las tareas hubiesen sido para controlar la seguridad del país, se caen los reportes que hay adelantando qué iban a decir las familias a Macri, además del parentesco de ellas con los tripulantes tres días antes de la reunión en Casa Rosada”, contó.

“Ellas no eran de ningún modo un objetivo peligroso, ni tampoco se realizó una tarea de protección”, afirmó la letrada. Por otro lado, enfatizó en que “hubo espionaje sistemático” contra las familias de los tripulantes.

Respecto de la recusación de Slokar, Carreras aseguró que no respondieron porque ese pedido “son herramientas que te da el derecho” y que pueden ser usadas por los imputados.

Sin embargo, aseguró que los acusados “hicieron valer todas las influencias” que tienen dentro del Poder Judicial, y ejemplificó el hermetismo por parte de la Justicia para dar a conocer los detalles de los viajes de Mauricio Macri cuando se encontraba imputado en la causa.

Frente a su deseo de “tener la garantía de la mayor imparcialidad posible” ahora se presenta esta medida, que no fue tan sorpresiva para la abogada: “El juez que acepte seguramente sea alguno que haya jugado al fútbol o que haya jugado al pádel con el expresidente”, había afirmado antes de conocerse la llegada de Borinsky.

Por último, cuestionó: “¿Quién se va a ­animar a decir que las señoras, que solo tenían una bandera en la mano, eran peligrosas para la Nación?”.