Casación reactiva la causa Cuadernos. El proceso comienza con audiencias virtuales, pruebas cuestionadas y el objetivo de mantener viva una investigación sin sustento probatorio.
La Causa Cuadernos reingresó a escena bajo el signo de
la presión institucional. La Cámara Federal de Casación Penal, presidida por
Daniel Petrone, resolvió convocar al Tribunal Oral Federal N.º 7 para una
reunión “de coordinación” el próximo martes 18 de noviembre, con el argumento
de garantizar “mayor eficacia, eficiencia y celeridad” del juicio. La
resolución, insólita en términos de independencia judicial, fue firmada por los
jueces Petrone, Hornos, Ledesma, Mahiques y Borinsky. En los hechos, significa
un claro alineamiento del máximo tribunal penal con la estrategia del Gobierno
nacional: acelerar el proceso y sostener viva una causa sin sustento
probatorio.
El expediente se construyó sobre los célebres
cuadernos del chofer Oscar Centeno, que primero fueron declarados quemados y
luego reaparecieron intactos en circunstancias controvertidas . Las pericias
demostraron que varios tramos fueron dictados y escritos por más de una
persona, plagados de tachaduras y alteraciones. Aun así, se los tomó como
prueba principal para elevar a juicio a 87 imputados, entre ellos a Cristina
Fernández de Kirchner, a quien se acusa de “liderar una asociación ilícita”,
pese a que ningún testigo ni “arrepentido” la señaló como receptora de dinero.
Un tribunal a
medida
El TOF 7, integrado por Fernando Canero, Enrique Méndez
Signori y Germán Castelli, este último designado a dedo durante el macrismo,
apartó a la jueza suplente sorteada, Gabriela López Iñíguez, quien había
cuestionado el rol del fiscal Stornelli. Su reemplazante, Néstor Costabel,
cercano al macrismo, fue objetado por la defensa de la líder del PJ. La
maniobra garantiza un tribunal complaciente y refuerza la idea de un juicio
dirigido.
Un juicio
virtual y sin garantías
Las audiencias se realizarán de forma virtual, una vez
por semana, con transmisión parcial por YouTube. La defensa denuncia que ese
esquema busca dilatar el proceso hasta 2027 o 2028 y consolidar una condena
mediática más que judicial.
Los testimonios de arrepentidos, tomados sin registro
audiovisual, serán incorporados por lectura, violando fallos de la Corte
Interamericana. La fiscalía, encabezada por Fabiana León, pretende sostener su
acusación sin que los testigos enfrenten a las defensas, en una reedición de
los métodos utilizados por el juez Bonadío.
En la Causa Cuadernos no se juega únicamente el
destino judicial de la expresidenta, también está en disputa la
persistencia de un dispositivo de persecución política articulado entre jueces
afines, presión mediática y complicidad del poder.