Así lo definió el Tribunal Oral Federal 8, en un fallo unánime.
El Tribunal Oral Federal (TOF) 8 ordenó el sobreseimiento de Cristina Fernández de Kirchner y de todos los imputados que habían sido acusados en un comienzo por el fallecido fiscal Alberto Nisman y luego por la DAIA.
La jueza María Gabriela López Iñíguez y los magistrados Daniel Obligado y Juan Michilini consideraron en forma unánime que no hay motivos para hacer un juicio: “El memorándum de entendimiento con Irán, más allá de que se lo considere un acierto o desacierto político, no constituyó un delito”, dice el escrito, y agrega: “No hay ningún elemento directo que de manera contundente nos haga pensar que tal temperamento fue más allá de una decisión política para convertirse en un acto de encubrimiento”.
De este modo, dieron la razón a las defensas con argumentos en la misma línea que había utilizado el juez federal Daniel Rafecas cuando decidió archivar el caso el 26 de febrero de 2015, poco después de la primera denuncia, que fue reabierta al año siguiente por la Cámara de Casación Penal y extendió sus efectos políticos hasta ahora. También señalaron que está fuera de duda que las visitas de los jueces de Casación Gustavo Borinsky y Gustavo Hornos “afectaron la imparcialidad e independencia del juez natural”, aunque no fue el argumento decisivo para derribar el expediente.
Los sobreseimientos benefician, además de Cristina, a Parrilli y Mena, también al actual procurador del Tesoro, Carlos Zannini, al ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque, a la exprocuradora Angelina Abbona, al actual embajador en Rusia, Eduardo Zuain, al dirigente Luis D’Elía, al exlíder de Quebracho Fernando Esteche, al referente de la comunidad islámica Jorge Khalil y al exespía Allan Bogado.
Por otra parte, en su fallo los jueces dejan sentado “que el presente proceso no afecta el buen nombre y honor del que hubieran gozado las personas antes mencionadas, lo cual resulta extensivo al excanciller Héctor Marcos Timerman”.