La principal empresa que regentea tragamonedas en la Provincia

Codere: una bomba a punto de explotar

En Europa, se decidió un cambio de conducción de la principal empresa que regentea tragamonedas en la Provincia. Fuerte impacto en territorio bonaerense. El desafío para la gobernadora electa y el rol que debería asumir el Estado

Una decisión adoptada en Europa, puede llegar a tener una profunda implicancia en el multimillonario negocio de las tragamonedas en la provincia de Buenos Aires. Ocurre que, un año y medio después de que se iniciara la pelea entre la firma Codere y sus acreedores, muchos ellos considerados como “fondos buitre”, la junta de accionistas que está prevista para el próximo 5 de diciembre dejaría definitivamente a la familia Martínez Sampedro fuera del control de la compañía.

Codere es la firma española que gerencia, desde los años ´90, 14 salas de bingos con tragamonedas en la provincia Buenos Aires. En total, administra más de 6500 maquinitas que recaudan, por la falta de controles, cifras en euros que son muy superiores a lo que consigue esa misma empresa en otras partes del mundo donde existe un control del Estado mucho más presente y evitan que las tragamonedas funcionen en las zonas socialmente más postergadas. En cambio, en territorio bonaerense, las maquinitas saquean las economías locales, especialmente a costa de las familias de trabajadores que en su desesperación recurren al juego para llegar a fin de mes y en no pocas veces terminan en la ruina absoluta. Las tragamonedas nada tienen de azarosas: están programadas para hacer perder.

El cambio de manos decidido en el viejo continente impactará en la provincia de Buenos Aires ya que el titular de Codere SA en la Argentina es Luis Javier Martínez Sampedro. Es decir, la principal empresa de tragamonedas quedaría en manos de fondos buitre (algunos de ellos como  Blackstone Group, están denunciados por hacer negociados con la deuda pública argentina), situación que debería motivar que el Estado tome cartas en el asunto y haga cumplir lo que establece la Constitución bonaerense: “La Provincia se reserva, como derecho no delegado al Estado Federal, la administración y explotación de todos los casinos y salas de juegos relativas a los mismos, existentes o a crearse; en tal sentido esta Constitución no admite la privatización o concesión de la banca estatal a través de ninguna forma jurídica”. Es decir, debería ser el Estado el encargado de monopolizar esta actividad, estableciendo un nuevo mapa del juego y eliminando los intermediarios –fundaciones y entidades civiles de dudosa legalidad- que actúan como pantallas de un negocio multimillonario. ¿Por qué no se cumple lo que establece la carta magna bonaerense? Sencillamente porque, en los últimos 25 años, empresarios ligados al juego  están sospechados de ser los principales aportantes a las cajas negras de la política.

En este contexto, desde la Iglesia comenzaron a realizar una fuerte campaña contra el juego, apuntando específicamente a ponerle límites a las tragamonedas que en los últimos años se han multiplicado. Algunos números hablan por sí solos. En la Provincia, la filial argentina de Codere pasó de tener 4464 tragamonedas en el año 2008 a 6590 en el primer trimestre de este año. Un incremento similar habría registrado el resto del puñado de empresas que manejan el negocio de las tragamonedas en territorio bonaerense.

Si bien no hay estadísticas oficiales, se estima que actualmente son más de 22 mil las maquinitas que funcionan en la Provincia. En ese sentido, si se tiene en cuenta que según la propia Codere cada slot le reporta una recaudación media diaria de 248,2 euros, las tragamonedas estarían recaudando por año, sólo en territorio bonaerense, la friolera suma de $20.000 millones aproximadamente, cifra que no consigue la firma española en ninguno de los otros países donde opera como España, Italia, México, Colombia y Uruguay.

Pese a la exorbitante ganancia que obtiene en la Argentina, la crisis que atraviesa Codere en Europa llevó a que, tal como lo viene informando Hoy, se haya decidido aplicar una drástica reducción en su plantilla de personal de la Provincia con más de 800 despidos que comenzaron a instrumentarse en las últimas semanas. Actualmente, según pudo saber nuestro diario, hay un impasse acordado hasta el 10 de diciembre en el Ministerio de Trabajo. “Después de esa fecha, el nuevo gobierno se encontrará con una bomba de tiempo”, dijeron fuentes de los trabajadores consultadas por Hoy.

¿Qué actitud tomará la gobernadora electa María Eugenia Vidal? Existe mucha expectativa. Difícilmente vaya en contra de la Iglesia y más después de la mano que le dio durante la campaña instando a votar contra Aníbal “La Morsa” Fernández por sus presuntos vínculos con el narcotráfico. A su vez, el macrismo estaría dispuesto a declararle la guerra a Cristóbal López, el zar K del juego, a quien los Kirchner le entregó en bandeja las tragamonedas del casino flotante de Puerto Madero y del hipódromo de Palermo. Y también le habilitó su desembarco en la provincia, donde actualmente regentea los bingos de Ezeiza y de Los Polvorines.

En definitiva, el flagelo del juego será una de las problemáticas más complejas que deberá enfrentar la gobernadora electa.