El Gobierno prepara el tarifazo y crece la preocupación en los consumidores
El jefe de Gabinete, Juan Abal Medina, no descartó “retoques” que impacten en los servicios públicos. Desde la Unión de Consumidores Argentinos criticaron la política de subsidios K
Lo que Hoy anticipó en sus ediciones anteriores va en camino a ser una realidad inexorable y, como es costumbre, para el Gobierno K, la variable de ajuste siempre termina siendo la sociedad. Ayer, durante una entrevista radial, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, no descartó posibles “retoques” que impacten de lleno en las tarifas de los servicios públicos.
Según el funcionario kirchnerista, “obviamente hay definiciones que se irán tomando en cada momento de acuerdo a las definiciones particulares de cada caso”. Y sin dar precisiones, no descartó que los cambios tengan en consideración las cuentas de la electricidad, entre otras prestaciones.
En este sentido, al ser consultado por nuestro diario sobre el complicado escenario que se avecina, el titular de la Unión de Consumidores Argentinos (UCA), Fernando Blanco Muiño aseguró que “desde el proceso electoral de hace dos años, la política del Gobierno había sido la de empezar a eliminar los subsidios, algo que se cortó por la tragedia de Once. Con lo cual, lo que nosotros podemos suponer es que -pasando este turno electoral y manteniéndose el sistema de subsidios que se hace insostenible en el tiempo- puede ser que empiece la eliminación de estos subsidios”.
Según explicó Blanco Muiño, “lo que realmente queremos y deseamos es que, si toman esa decisión política, que sea gradual, no de un día para el otro, de manera que las economías de las familias queden dañadas con aumentos tan fuertes”.
“Esperamos una salida ordenada de un régimen de subsidios que ya quedó demostrado que no sirve y que, en vez de subsidiar a la oferta, que se subsidie la demanda. Es decir, mantener los subsidios en aquellos sectores que realmente lo necesitan y eliminarlos en los que no. No es un Gobierno que nos tenga acostumbrado a decisiones aplicadas en forma gradual, por lo cual eso nos pone en alerta y nos preocupa mucho”, indicó.
Por último, el presidente de la UCA remarcó que, actualmente, “las tarifas sostienen un sistema que la Argentina no puede mantener en el tiempo, que es el de destinar 15 mil millones de dólares a importar combustibles. El Estado no puede seguir gastando esa plata y recaudando tampoco vía tarifas. Si aumentan las tarifas, eso también repercute en los precios en general, porque las industrias trabajan con luz y con gas, los comercios lo mismo y esto es un efecto dominó en el mercado argentino”.
Los combustibles, el gran problema a futuro
Hace apenas un par de días Hoy ponía en foco la situación de los combustibles, que también estarían aumentando sensiblemente en lo que resta del año.
A propósito de esto último, el titular de la Unión de Consumidores Argentinos (UCA), Fernando Blanco Muiño (foto), dejó en claro que, además del tarifazo en los servicios públicos “también puede pasar” que las naftas suban su precio.
“Lo que tienen los combustibles es un efecto sobre los fletes e inmediatamente eso se traslada al precio de los productos. Y respecto a los servicios públicos, es un tema preocupante. El Gobierno hace años debería haber tomado una decisión para bajar el nivel de subsidios y esperamos que no lo haga en forma abrupta porque va a ser un golpe fuerte al bolsillo de las familias”, insistió Blanco Muiño.
Sigue la farsa K: el congelamiento de precios continúa en noviembre
El discutido congelamiento de precios de 500 productos de la canasta básica que fue dispuesto por el gobierno nacional y que fracasó estrepitosamente en supermercados y almacenes de barrio “continuará sin fecha de vencimiento”, de acuerdo a lo informado por fuentes de la Secretaria de Comercio Interior.
Desde la Secretaria que conduce el polémico Guillermo Moreno (foto) remarcaron además que el esquema “no tenía una fecha de conclusión”, por lo que a partir del 1 de noviembre “seguirá en vigencia”.
De todas formas, y pese al rimbombante anuncio, la medida implementada por el más controvertido de los funcionarios kirchneristas continúa sin dar resultados y pone en evidencia la falta de herramientas del Gobierno a la hora de frenar la inflación que sacude al país. De hecho, no fueron pocas las entidades de defensa del consumidor que advirtieron que la lista de 500 productos contemplaba artículos de segunda y tercera necesidad por sobre alimentos como el pan, el aceite, el azúcar y la yerba.