Crece la interna: Milei tomó distancia de los dichos de Villarruel
El jefe de Estado se desentendió de las polémicas declaraciones de la vicepresidenta Victoria Villarruel sobre causas vinculadas a delitos cometidos en los años 70.
En el día de ayer, la policía de Patricia Bullrich activó el protocolo anti piquete y atacó a adultos mayores que se manifestaron en contra el veto de Javier Milei.
29/08/2024 - 00:01hs
Como en las épocas de Norma Plá, ayer se vivieron escenas lamentables frente al Congreso Nacional, cuando jubilados que protestaban pacíficamente fueron reprimidos brutalmente por la Policía Federal, bajo la dirección de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
La represión ocurrió en el marco de una manifestación en contra de la decisión del Presidente Javier Milei de vetar la reforma jubilatoria aprobada por ambas cámaras del Congreso. Esta reforma buscaba mejorar los ingresos de los jubilados para que pudieran llegar a fin de mes y acercarse al costo de la canasta básica, tras la drástica devaluación impuesta por el Ejecutivo Nacional.
Minutos antes de las 16, la Policía comenzó a dispersar violentamente a los adultos mayores con gases lacrimógenos y golpes de bastón en la Plaza del Congreso, donde los jubilados se habían concentrado antes de marchar hacia Plaza de Mayo.
Uno de los jubilados, de 75 años, que había viajado desde Lanús para participar en la manifestación, describió la experiencia como “tristísima” y comparó la represión con la vivida durante la dictadura de Videla. “Nos tiraron gases en los ojos, es una locura”, expresó.
La protesta, que comenzó a las 15 del miércoles, pretendía avanzar hacia la Casa Rosada a las 17, pero la violencia policial truncó sus planes. Los manifestantes, que reclamaban contra el veto presidencial, fueron empujados a las veredas de la Avenida Rivadavia y atacados con gases y palos cuando intentaron resistir.
La brutal represión de ayer pone de manifiesto la violencia con la que el Gobierno de Milei enfrenta a quienes se atreven a alzar su voz en defensa de sus derechos, esta vez contra los más vulnerables, que reclamaban legítimamente por mejorar su situación económica.