“No hay forma de que Rosatti refute la acusación por haber encubierto a un genocida”, señaló Patricia Isasa, sobreviviente a la última Dictadura.
Patricia Isasa, sobreviviente de la última Dictadura y denunciante de Horacio Rosatti por haber encubierto a su secuestrador, habló sobre el juicio político a la Corte Suprema de Justicia y del accionar del magistrado.
“No hay forma de que Rosatti refute la acusación por haber encubierto a un genocida. El juicio político a la Corte desnuda la conducta que tienen estos jueces del Máximo Tribunal”, señaló Isasa.
La sobreviviente presentó una denuncia contra Rosatti en la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados por no haber actuado cuando se le informó en los años 90 que Eduardo Alberto Ramos Campagnolo, el represor que la había secuestrado durante la última Dictadura, había trabajado en la Secretaría de Cultura del Municipio de Santa Fe, cuando el actual juez de la Corte era intendente de ese distrito.
Y continuó: “Le dije quién era su empleado. No me quedan dudas de que lo encubrió. No lo despidió cuando debería haberlo hecho. A partir de ahí empezó un encubrimiento de una persona que tenía un requerimiento internacional por una causa por genocidio, terrorismo de Estado y torturas”.
Al respecto, Isasa había comentado que al encontrarse con Rosatti, “con cara de nada, me dijo: Bueno, vamos a ver. Es decir, la nada misma”.
“Finalmente, me preguntó algo que no entendí. Quería saber si yo tenía trabajo. Años después me dijeron que me habrá querido sobornar con un cargo. Ni siquiera abrió un sumario. Ramos Campagnolo, quien me secuestró el 30 de julio de 1976, cuando tenía 16 años, me torturó y violó a cara descubierta. Fui liberada luego de dos años y medio”, remarcó.
En 1997, ya con 37 años, Isasa volvió a Santa Fe y le dicen que su secuestrador estaba trabajando en la Municipalidad “haciendo de matón”.
Esta semana, el oficialismo logró en la Comisión de Juicio Político la aprobación, con 16 votos a favor y 15 en contra, de la admisibilidad del proceso de remoción a los integrantes de la Corte Suprema de Justicia: Rosatti,
Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti.
En este sentido, Isasa expresó que así como existe “una gran lucha por la soberanía territorial en Lago Escondido” esto es “una lucha por una soberanía judicial”.
En esta línea, agregó que el proceso tiene que ver con que “el pueblo tenga soberanía y no esté a merced de esta gente”.