El puntapié inicial de la obra, que está a cargo de la Subsecretaría de Recursos Hídricos del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de la provincia de Buenos Aires.
El nuevo acueducto de impulsión de Bahía Blanca, una obra que requerirá una inversión de 131 millones de pesos y que se enmarca en el Plan Hídrico para Bahía Blanca y Coronel Rosales, ya empieza a ser una realidad: ayer se iniciaron los trabajos para este enorme dispositivo hidráulico que mejorará el abastecimiento de agua potable en los barrios Miramar, Palos Verdes, Patagonia Chico y Altos de Bahía.
El puntapié inicial de la obra, que está a cargo de la Subsecretaría de Recursos Hídricos del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de la provincia de Buenos Aires, fue la instalación de 390 metros de cañerías entre las calles Bullrich y Pilmaiquén.
“Seguimos avanzando en el plan hídrico para toda la región, y esta obra en particular nos va a permitir llevar un alivio a los barrios que crecieron en zonas donde es muy difícil llevar agua”, dijo el subsecretario de Recursos Hídricos, Guillermo Jelinski. “Es importante que el desarrollo urbano y rural estén relacionados con el agua, que es esencial y ordenador del territorio”, señaló.