En diálogo con diario Hoy, el senador bonaerense por el Frente de Todos afirmó que lo que ocurre con Boudou y la Justicia es “tan burdo que por eso se firma una solicitada de esa característica”. Además, habló de las restricciones en la circulación y de su apoyo a Máximo en el PJ bonaerense.
El texto dice con mucha claridad cuál es la posición, no solamente respecto de Amado Boudou, sino también de todos los presos políticos. Está íntimamente relacionado con un pésimo funcionamiento del sistema judicial en todos los sentidos”, le respondió a diario Hoy el senador bonaerense del Frente de Todos Francisco “Paco” Durañona sobre por qué lleva también su firma la solicitada que se publicó el domingo en los medios de comunicación y que pide la liberación de Amado Boudou y de los presos políticos.
El texto no lleva solo su firma, sino que también están presentes las de varios funcionarios nacionales y de la Provincia, y hasta las de expresidentes latinoamericanos, como Lula Da Silva y Evo Morales. “Mi vocación en la firma de esa solicitada está relacionada con seguir alertando sobre esta cuestión y avanzar en las reformas que son imprescindibles principalmente para garantizarle un correcto acceso a la Justicia a todos los ciudadanos, algo que no está para nada garantizado, y como senador estoy trabajando muy fuertemente en ese aspecto”, agregó Durañona en la charla vía telefónica con este
multimedio.
—¿Qué cree usted? ¿La Justicia usa a los medios de comunicación como instrumento para articular estas causas o es al revés, los grandes medios hacen “operaciones” para que la Justicia actúe?
—Es evidente que en el mundo, pero principalmente en la Argentina y en nuestra región, hay dos modelos claramente en pugna. Uno que se sostiene en la representación popular con errores y aciertos, pero vinculado con la política, con la militancia, con el sistema democrático, electoral y que hoy claramente está representado por el Frente de Todos.
Y hay otra organización, muy poderosa también, que no se somete en todos sus aspectos a la elección del pueblo, sino que está conformada por distintos estratos que no requieren de elección popular, que no requieren de control, de fiscalización y que no se conocen sus rostros. No dan entrevistas y no rinden cuentas, y defienden intereses económicos, corporativos. Eso es lo que está francamente en pugna hoy en la Argentina.
Este último, el sistema de poder económico, tiene entre sus distintas facetas una presencia muy fuerte de actores absolutamente relevantes en la formación de la opinión pública y en la determinación de decisiones fundamentales, tanto en la política –el macrismo es una clara expresión de eso– como en otras áreas, como el Poder Judicial y los medios de comunicación. Estos últimos, en su inmensa mayoría, son poco medios de comunicación y mucho grupos económicos, cuya rentabilidad está atada al éxito de la representación que tenga ese sector, entonces se actúa en tándem entre Justicia, poder político, medios de comunicación y se ponen todas las herramientas de las cuales disponen en función de esta situación.
Es grosera la manera en que se muestran o tratan cuestiones de índole judicial a dirigentes de nuestra fuerza política, de los que estamos comprometidos con el sistema democrático, de elección y de representación popular, y cómo se protege, se blinda y se cubren cuestiones de una ilegalidad extraordinaria a quienes son parte de esa otra gran organización de poder que defiende otro tipo de intereses. Es grosero y es notable en todos los aspectos, desde lo que sucedió con (Carolina) Piparo en los últimos días, pasando por todas las imputaciones que tienen altísimos funcionarios del gobierno macrista y que brilla absolutamente por su ausencia su tratamiento, y ni hablar la manera en que la Justicia trata esas cuestiones.
Por muchísimo menos, en nuestro caso (el de dirigentes del kirchnerismo) aparecía en la tapa de todos los medios, en el tratamiento de todos los programas, de todos los diarios con fotos con casco, chalecos antibalas a cualquier hora; y en este caso, cuando se trata de funcionarios del gobierno macrista, el blindaje es brutal. Es realmente brutal.
—¿Y el caso Boudou, puntualmente?
—Para ir al caso de Amado Boudou se inicia esa causa con la declaración, con una denuncia anónima, que después resultó ser un servicio de inteligencia concreto de la escudería de (el exjefe de Contrainteligencia de la SIDE Jaime) Stiuso y lo que ya sabemos de cómo funciona ese sistema.
La prueba más categórica la dio una persona (Alejandro Vandenbroele) que recibió más de un millón y medio de pesos como contraprestación por supuesto arrepentimiento. Todo el sistema de arrepentidos está absolutamente fuera de la ley en cuanto a la manera en que se implementó. Sin registros, sin filmaciones, con causas que han avanzado fuertemente respecto de las extorsiones que han hecho fiscales federales junto con periodistas de grandes medios para jugar con la libertad de las personas. Fiscales federales que siguen hoy actuando y que están procesados. Que se negaron a prestar declaración indagatoria durante varias oportunidades.
La verdad es que, como abogado y dirigente político, es tan burdo que por eso se firma una solicitada de esa característica. Porque claramente se ha orientado gran parte del sistema jurídico judicial y mediático de la Argentina en favor de estos sectores económicos que operan ahora a través de la extorsión y de la libertad y detención de la oposición, como claramente ha quedado demostrado.
Después podemos hablar puntualmente del caso tal, del caso cual, pero hay una matriz que es equivalente para todos, con una utilización de la prisión preventiva que es escandalosa porque viola los principios más elementales de la Constitución y del debido proceso. Hasta el propio Miguel Ángel Pichetto, que fue candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, lo ha subrayado de lo grotesco que es. Y su conocimiento del derecho le impide hacerse el desentendido con algo tan grosero como eso.
Restricciones a nivel nacional y provincial
—¿Cómo ve la decisión del gobierno bonaerense de haber aplicado la restricción de la circulación? ¿Cree que va a funcionar? Porque de día también hay filas en los locales de pago, por ejemplo.
—Se viene haciendo lo que se comprometió en el primer momento, que es tratar de coordinar el Gobierno nacional con provincias y municipios. Evidentemente, en este caso no hubo un consenso generalizado de parte de todos los gobernadores con el Presidente para que este último asuma todas las medidas apoyadas por los distintos gobernadores. Lo que parecía que al principio estaba acordado después resultó que no, con estos comunicados muy contradictorios que sacó el macrismo cuando se empezaron a dar a conocer las medidas que se iban a tomar. Con lo cual se delegó en las provincias la toma de decisiones, y la verdad que es muy difícil acertar exactamente dónde hay que poner con precisión las restricciones, porque las situaciones son múltiples, las causas no son determinantes con respecto a cuáles son los motivos de los aumentos de contagios. Y evidentemente, en medio de una temporada después de un año muy duro como fue el 2020, se está intentando proteger el comercio, el trabajo, la industria, el turismo, la gastronomía y el sector comercial, que son el motor de un principio de crecimiento que yo creo que va a ser sostenido y que va a empezar una etapa de crecimiento muy grande para la Argentina a partir de este programa de vacunación. También va de la mano con que estamos al mismo tiempo llevando a cabo el programa de vacunación, que es muy ambicioso y que efectivamente está funcionando, porque a San Antonio de Areco también llegó. Y obviamente no coincido con que esto esté claramente vinculado con el movimiento de los jóvenes.
Creo que está más vinculado con las contradicciones que surgen en distintos territorios. Por ejemplo, en este momento en San Antonio de Areco, que está gobernado por el macrismo, se han tomado restricciones que son diez veces más duras que las que tomó el gobernador, con restricciones que son claramente institucionales, como por ejemplo prohibir que llegue transporte interurbano a Areco, limitar las reuniones sociales a solamente el grupo familiar, restringir de manera absoluta el funcionamiento de los restaurantes y prestadores gastronómicos, salvo que sea absolutamente afuera. Y muchas otras restricciones que son inconstitucionales y durísimas para el momento, cuando a 30 kilómetros, en Capitán Sarmiento, el propio intendente habilita fiestas para 2.000 personas que han sido el foco de contagio en San Antonio de Areco y alrededores en estos últimos dos meses. Entonces, me parece que hay una falta de coordinación y doble discurso peligrosísimo desde el macrismo que impacta fuerte en la responsabilidad que hay que tener en estos momentos y en la uniformidad de criterios para evitar una segunda ola que nos vuelva a poner en una situación similar a la que fue el 2020 y que se ponga en riesgo el inicio de clases.
El PJ bonaerense
—¿Qué opina del impulso a Máximo Kirchner en el PJ bonaerense? Hay intendentes que se resisten a la forma en que se lo impuso como candidato.
—Con respecto al PJ bonaerense, he sido también uno de los que salieron a apoyar abiertamente la posibilidad de Máximo Kirchner al frente. Me parece muy importante que se pueda brindar aire fresco al peronismo bonaerense. Me parece que Máximo viene a traer justamente ese cambio imprescindible y necesario.
Máximo es un dirigente formado en el interior profundo de la Argentina y tiene una mirada muy importante con respecto al rol de las zonas productivas, de los municipios pequeños y medianos, de los sectores del interior a los que desde las estructuras partidarias y políticas de la provincia de Buenos Aires durante mucho tiempo se les negó un rol importante, un rol protagónico que tiene que ver justamente con un territorio como es el interior de la Provincia, que representa al 12% del padrón electoral nacional y que es un motor impresionante de la economía en todos los sentidos. El interior no es el campo, es mucho más que eso, y el peronismo durante mucho tiempo le dio la espalda a la importancia estratégica de esas regiones y esos territorios. Máximo tiene una mirada y una historia muy comprometida con el interior, y me parece que en este sentido viene a darle el rol protagónico que le corresponde dentro de las estructuras partidarias.
En cuanto a las formalidades, el peronismo bonaerense no puede mostrarse como un modelo de transparencia y ejercicio democrático en el funcionamiento del traspaso de autoridades, por lo menos en los últimos años, donde hemos tenido que recurrir a las corridas a cuestiones técnicas y legales para poder tener mínimamente ordenado el partido y que no sea intervenido, como pretendió el macrismo, pero de ningún modo hubo un masivo consenso del pueblo peronista bonaerense ni una abierta participación de los distintos actores. Muy poca de las mujeres, del peronismo dentro de la organización partidaria, poca renovación y presencia de la juventud también. Y me parece que lo que se pretende con Máximo es arrancar una nueva etapa dentro del PJ bonaerense que implique una apertura transparente, democrática, participativa, donde el PJ bonaerense se consolide como la columna vertebral del Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires.