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El municipio informó el cronograma.
municipiosLa Justicia sabe quién es el hombre que quiso dispararle a la vicepresidenta de la Nación, pero hay mucho que indagar. La jueza Capuchetti intenta averiguar si se trató de un actor solitario, un miembro de un equipo o alguien que seguía órdenes.
03/09/2022 - 00:00hs
El ataque a la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, que conmocionó al país anteanoche, tiene un autor identificado: Fernando André Sabag Montiel. Poco misterio parece rodear a ese hombre que, antes de apuntarle a la mandataria con su pistola Bersa cargada con cinco balas, ya había aparecido más de una vez en televisión, dando su testimonio de tipo común, antiperonista, opuesto a las políticas sociales del kirchnerismo, pero sin dejar entrever, sin embargo, señales de la violencia que quizás ya albergaba, de la locura que iba a desatar.
Hay, sin embargo, muchos interrogantes que la jueza a cargo de la causa, María Eugenia Capuchetti, busca responder. Y el principal entre ellos es: ¿la lista de involucrados en el intento de magnicidio empieza y termina en Sabag Montiel, o acaso es más larga? En otras palabras: ¿estamos ante un “loquito” que decidió, por las suyas, matar a Cristina, o la verdad pasa por otros carriles?
Las otras dos hipótesis que baraja la Justicia son, por un lado, la de que el argentino nacido en Brasil no actuó solo, sino que la agresión a la vice fue coordinada entre dos o más personas; y por el otro, que el hombre que empuñaba el arma no era en realidad el ideólogo del fallido crimen de Estado, sino que seguía órdenes de alguien más.
La magistrada estuvo ayer en el departamento de Cristina Fernández, en el barrio porteño de Recoleta. Lo hizo para tomarle declaración a la mandataria (ver recuadro), pero también para realizar una inspección ocular y comprobar la ubicación de las cámaras de vigilancia, cuyas imágenes seguramente pedirá para analizarlas.
Los investigadores intentan determinar el camino que Fernando Sabag recorrió hasta quedar ubicado tan cerca de la vicepresidenta que en el momento indicado, sin que nadie lo previera, pudo lanzarse hacia ella con el brazo extendido y colocarle el arma a pocos centímetros del rostro. Gatilló dos veces, pero por suerte la bala alojada en el cargador nunca quedó en posición y no salió el disparo.
Para determinar ese recorrido, que podría ser revelador sobre el modus operandi del agresor y, claro, guiar a los investigadores hacia la respuesta de la incógnita apuntada más arriba, la jueza Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo ya interrogaron a unos treinta testigos.
Cuando la magistrada quedó a cargo de la investigación, Sabag ya estaba detenido y el arma, secuestrada por la Policía. La pistola se le había caído apenas un par de segundos después de gatillar, cuando los militantes y allegados que rodeaban a Cristina Fernández lo apartaron y redujeron. Se produjo allí lo que se conoce como detención civil o arresto ciudadano, hasta que efectivos policiales se hicieron cargo de la custodia del atacante.
Según trascendió, Sabag tiene antecedentes por portación de arma y denuncias por violencia de género y por maltrato a animales. No hay indicios de que forme parte de alguna organización criminal, algo que de todos modos se investigará. La Policía allanó su casa y encontró un centenar de balas.
Anoche, la jueza y el fiscal se dirigieron a la sede policial donde Sabag permanecía detenido, para interrogarlo. En su caso, para que declarara como imputado. El hombre, sin embargo, se negó a declarar. Por ahora, se lo acusa del delito de homicidio calificado en grado de tentativa, agravado por la indefensión de la víctima.
Sabag permanecerá detenido mientras los funcionarios judiciales avanzan en la recolección de evidencias y testimonios para esclarecer las motivaciones que lo llevaron a hacer lo que hizo. Permanecerá fuertemente custodiado, ya que el propio Presidente de la nación, Alberto Fernández, dijo anteanoche, en su mensaje al pueblo por cadena nacional, que había solicitado expresamente que se preservara la vida del detenido.