La paralización de la obra pública y su impacto en la producción y la seguridad vial

La decisión del Gobierno de Javier Milei de paralizar la obra pública está dejando secuelas visibles en el deterioro de las rutas nacionales. Desde la administración bonaerense de Axel Kicillof, denunciaron que más de un billón de pesos, recaudados a través del impuesto a los combustibles, permanecen sin ejecutar, lo que afecta la seguridad y la conectividad vial.

Gabriel Katopodis, ministro de Infraestructura y Servicios Públicos, expresó su preocupación: “El Gobierno nacional tiene acumulados más de un billón de pesos en sus cuentas del Ministerio de Economía. Cobran los impuestos, cobran los peajes, se quedan con tu plata, pero no hacen las rutas que necesitan los argentinos y argentinas”. Como ejemplo, mencionó el caso de la ruta nacional 33, fundamental para el polo petroquímico del sudoeste bonaerense, que hoy se encuentra abandonada.

El deterioro de las rutas también preocupa a intendentes de diversos signos políticos. Francisco Recoulat, jefe comunal de Trenque Lauquen, denunció que “ni siquiera hay trabajo de bacheo ni cortan el pasto” en la ruta nacional 5. Similarmente, la intendenta de Nueve de Julio, María José Gentile, solicitó a Vialidad Nacional y a Corredores Viales S.A. una intervención urgente, alertando sobre los “saldos fatales” derivados del abandono.

La situación también genera malestar entre los usuarios, quienes denuncian que pagan peajes sin recibir mejoras a cambio. En la ruta 5, grupos vecinales exigen el mantenimiento básico mientras esperan la concreción de la autovía proyectada.

En este contexto, Katopodis señaló que “Argentina invierte solo una quinta parte de lo que se invertía en 2023”, y adelantó que la Provincia buscará soluciones incluso por vía judicial. Por su parte, Kicillof recordó que hay 150 proyectos viales paralizados en Buenos Aires, y advirtió que “las rutas nacionales sin inversión se deterioran y se vuelven más peligrosas”.

El abandono de las rutas no solo compromete la seguridad vial, sino también la economía productiva de la Provincia, afectando a sectores clave como la agroindustria y la energía. Frente a esta situación, la exigencia de soluciones concretas al Gobierno nacional se ha convertido en una prioridad ineludible y que del otro lado aún no hay respuestas.