La pesada herencia económica K

Recesión, estancamiento, inflación, restricción a las importaciones, cepo cambiario, algunos de los desastres económicos que deja el kirchnerismo. ¿Cuál será el margen de maniobra que tenga en la economía el gobierno que asuma en diciembre?

La Argentina se encuentra sumergida en el pesimismo económico, más que nada por la incapacidad del gobierno nacional para solucionar los graves problemas que enfrenta la economía. No sólo se ha revelado inepto, sino que el oficialismo le ha agregado una fuerte dosis de torpeza en la gestión, que lo hace chocar una y otra vez contra los mismos inconvenientes.

En un análisis de lo que ha sido la década K, puede verse que la economía básica tiene grandes desalineamientos en lo que es el núcleo duro de la macroeconomía, que es donde se conjuga la gran distorsión de precios relativos que existe, empezando por una sobrevaluación del tipo de cambio y que puede acentuarse mucho más en este 2015.

Hace 3 o 4 años Argentina exportaba 83.000 millones de dólares, y este año se lo proyecta en 65.000 millones en los pronósticos más positivos, o sea, que hay una caída de 20.000 millones que repercutirá seriamente en las cuentas del gobierno que viene y que lo puede atar de pies y manos. 

Retos y desafíos
El desequilibrio de las cuentas fiscales, el elevado Gasto Público Improductivo que mantiene en marcha innumerable cantidad de planes del Ejecutivo, hace que el eje, la médula de la economía, esté viciada y lleve a los analistas a pensar cuál será el margen de maniobra económica que tenga el presidente que asuma en diciembre.
“Esta última etapa es una etapa de deterioro marcado de la economía” señaló a Hoy el ex Viceministro de Economía de la Nación, Eduardo Curia. “Nos encontramos con variados desajustes en el manejo de la economía, que son los desequilibrios que se dejan como legado o como herencia a la próxima administración”, reflexionó.

Para el economista ligado al peronismo, “las próximas autoridades tendrán un profundo reto y desafío en materia económica. Por cierto lado veo que hay un imaginario que yo llamo chauvinismo económico, de que simplemente porque se produce el reemplazo de gobierno o de equipos, los temas se resuelven de manera rápida e indolora, yo creo que la cosa no es así”, destacó.

A partir del 2008, el kirchnerismo dejó de hablar de superávits gemelos, de cuidar las reservas del Banco Central, y se modificó de lleno la orientación macroeconómica. Eso llevó a que la Argentina dejara de crecer y pasara a una situación donde la recesión y el estancamiento hacen estragos en la sociedad.

Según el especialista en mercados internacionales, Luis Palma Cané, “lo primero que tiene que resolver el gobierno que venga es el default seleccionado, arreglarlo de la mejor manera posible porque Argentina necesita ingresos de capitales, y para eso hay que salir de forma inmediata del default”.

El desgaste de la economía se ha ido acelerando, comenzando la debacle con la medida del cepo cambiario que se tomó en noviembre de 2011. “El legado que deja el gobierno es complicado, porque va a dejar una economía con recesión, con inflación y con déficit fiscal, y con esos 3 elementos usted tiene un combo bastante complicado para desarmarlo y encarar una nueva etapa”, remarcó Palma Cané.

Los problemas en vez de ser admitidos, son negados por un gobierno que parece ciego a la realidad. Disminuida la cuestión cambiaria y sin política industrialista por delante, el relato se quedó sin nada, y sólo salta a la luz la falta de un programa económico que pueda volver a situar a la Argentina al lugar de privilegio que nunca debió haber perdido.

La década de los paliativos

El gobierno en vez de establecer un plan estratégico que pudiera reubicar a la Argentina en el mundo, sobre todo luego de varios años de crecimiento a tasas chinas, se dedicó a crear parches que nada solucionaron los problemas reales del país, sino que por el contrario, los incrementaron.

 “Lo que se está tomando hasta ahora son paliativos. Hay que rehacer  todo el tejido social y productivo, no puede ser que en Río Negro, las manzanas y peras no tengan mercados; en Mendoza con la producción vitivinícola pasa lo mismo; en el noroeste con la yerba mate, el tabaco y el té. Basta de paliativos, se necesitan políticas que abarquen un todo y no que sirva para tapar agujeros”, expresó a Hoy el Doctor en Economía y ex Secretario de Ingresos Públicos, Raúl Cuello.

Para el Profesor de la Universidad Católica Argentina, “el kirchnerismo dejará un legado con un nivel de pobreza que la Argentina nunca ha tenido, de marginación, de deterioro de la educación, y sobre todo una baja protección al trabajo”.

En nuestro país el sistema de premios y castigos funciona al revés, ya que los que menos hacen tienen premios y los que más se esfuerzan tienen castigos. “Nadie puede esperar milagros del próximo gobierno, ya que la primer tarea que tendrá es rearmar todo el andamiaje institucional que tiene que ver con el manejo de la economía, y eliminar todos los parches que se han tomado que alimentan a la corrupción”, destacó Cuello.

El general Juan Domingo Perón solía decir que “la única verdad es la realidad”, y hoy lo que se ve es un gobierno desorientado, sin plan y que sólo toma pequeños atenuantes para los problemas del país, que en vez de encaminarlos de cara al futuro, sólo parece hundirlo un poco más en el fondo del abismo.