Como suele suceder, la vicepresidenta se convirtió en la figura central del escenario político con su intervención de ayer por la tarde, lo que provocó comentarios y respuestas de todo tipo de referentes de la política y la cultura.
26/05/2023 - 00:00hs
No podía ser de otra manera: el discurso que la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández, pronunció ayer en la Plaza de Mayo durante la jornada por el vigésimo aniversario de la asunción presidencial de Néstor Kirchner, que fue su esposo y antecesor en el cargo (ver página 3), produjo una verdadera catarata de reacciones en todo el arco político, social y cultural.
Juan Grabois, líder de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) y aún precandidato declarado a presidente por el Frente de Todos (FdT) (anunció que se baja si se presenta un candidato que exprese las ideas de Cristina), dijo que Néstor Kirchner y la actual mandataria “lograron muchos años de felicidad para nuestro pueblo”, porque tras la devastadora crisis de 2001 “recogieron ese guante de la fuerza del pueblo que había salido”.
Por su parte, el ministro del Interior y posible precandidato oficialista Eduardo “Wado” de Pedro publicó a través de su cuenta en la red social Twitter varias fotos del acto que compartió con la vice y escribió: “Una plaza repleta. El amor de todo un pueblo”.
En la misma plataforma, el dirigente de la agrupación kirchnerista La Cámpora y ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, Andrés Larroque, fue más breve en su mensaje. Solo publicó tres palabras que sintetizaban perfectamente su idea: “Cristina es pueblo”.
En tanto, el jefe de Gabinete nacional, Agustín Rossi, destacó la capacidad de convocatoria de Cristina y del kirchnerismo en general. “No hay otra fuerza política que reúna esta calidad y cantidad de militantes”, manifestó.
El también aspirante presidencial por el peronismo Daniel Scioli, actual embajador en Brasil, que acompañó a Kirchner en la fórmula y fue vicepresidente entre 2003 y 2007, no hizo referencia al discurso de Cristina, pero publicó el siguiente mensaje: “Este no es un aniversario más. Hace 20 años con Néstor Kirchner juramos lealtad y compromiso a la Patria. Un 25 de mayo Néstor inició un camino que le devolvió al pueblo argentino el optimismo y la esperanza en una Argentina más justa y desarrollada. Hoy renuevo ese compromiso: construir un país mejor para todos”.
Por su parte, el diputado nacional y exministro de Salud bonaerense Daniel Gollan consideró que “Cristina tiene el amor incondicional del pueblo, porque con ella se vivieron tiempos felices”.
El también legislador y sindicalista Hugo Yasky, en tanto, brindó la siguiente opinión: “Cristina trazó los ejes para la pelea que viene y dejó claro que no es tarea de una sola persona. La multitud que desbordó la Plaza de Mayo demuestra que el pueblo está de pie y va a seguir luchando junto a CFK como líder indiscutida del movimiento nacional y popular”.
El intendente de Almirante Brown, Juan Fabiani, publicó en Twitter una foto de la vicepresidenta y citó una de las frases más notables de su discurso: “Yo nunca voy a ser de ellos, yo soy del pueblo y de aquí no me muevo”.
El periodista Víctor Hugo Morales, que encabezó una transmisión especial desde la Plaza, comentó: “La lluvia no pudo parar tanto amor”.
Desde la oposición se cuestionó a la vicepresidenta y al peronismo en general por “apropiarse” de la fecha patria.
La crítica más absurda provino de Laura Alonso, que fue titular de la Oficina Anticorrupción durante el gobierno de Mauricio Macri, al que nunca investigó. Alonso criticó a Cristina porque en un momento reconoció el esfuerzo de los militantes al bromear: “Yo estoy acá con techito y ustedes no. ¡Qué viva!”. Ante esto, Alonso escribió: “Eso es Cristina Kirchner: la reina seca, engordada de guita sucia, enrostrándole sus privilegios a los súbditos mojados, sin techo, a la intemperie”.
Ante este tipo de reacciones, la renombrada baterista Andrea Álvarez, en referencia a la oposición, se preguntó “por qué les da tanta furia lo popular”. Y remató: “Pobre gente”.