El descenso acumulado es del 16,2% en los primeros ocho meses del año.
Las políticas económicas impulsadas por Javier Milei continúan afectando de manera directa al consumo, especialmente en las Pequeñas y Medianas Empresas (pymes). Según un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas pymes cayeron un 10,5% interanual en agosto, acumulando un descenso del 16,2% en los primeros ocho meses del año. La falta de límites en las tarjetas de crédito y el escaso acceso al financiamiento han empeorado el panorama.
El informe señala que todos los rubros evaluados presentaron caídas. Las perfumerías y farmacias fueron las más afectadas, con bajas del 29,3% y 17,4% respectivamente. Los comerciantes, además, se enfrentaron a la competencia desleal de los grandes hipermercados, que implementaron agresivas promociones para liquidar stock.
En este contexto, las pymes han intentado atraer consumidores manteniendo precios y ofreciendo productos más accesibles, aunque las ventas siguen sin repuntar. Los comercios han recurrido a estrategias como la incorporación de marcas económicas y el ajuste de costos operativos, pero el consumo sigue estancado, especialmente en rubros como el de calzado y mueblerías.
Uno de los principales reclamos de las pymes sigue siendo la reducción de la carga impositiva, que asfixia sus actividades. Sin embargo, la demanda interna sigue sin reactivarse, lo que agrava la situación. Un 54,4% de las pymes mencionaron la falta de ventas como el mayor obstáculo para su sostenibilidad, seguido por los altos costos logísticos y de producción.
En un contexto de alta inflación y consumo deprimido, las pymes se ven forzadas a tomar medidas para reducir costos, mejorar la productividad y encontrar nuevos canales de ventas, aunque estas estrategias no han sido suficientes para revertir la caída del consumo.