Expertos en educación arremetieron contra la idea, que calificaron como un “acto de violencia”, y dirigentes sociales y políticos la denunciaron como una maniobra electoralista.
Las críticas al jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Horacio Rodríguez Larreta, por su anuncio de que retiraría planes sociales a las familias de chicos pobres que tengan baja asistencia a la escuela, no cesan. Ayer, expertos en educación arremetieron contra la idea, a la que calificaron como un “acto de violencia”, mientras que dirigentes sociales y políticos la denunciaron como una maniobra electoralista.
Gabriel Brener, especialista en gestión educativa de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), dijo que la medida afectaría a más de 20.000 chicos cuya “subsistencia básica” depende de este programa social y consideró que “amenazar con la quita a aquellos que superen al 15% de inasistencia es deliberadamente un acto de violencia”.
En tanto, la investigadora del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), Samanta Bonelli, consideró que la medida “culpabiliza y penaliza a los más vulnerables, reproduciendo y profundizando así inequidades preexistentes”.
Por su parte, la legisladora María Bielli (Frente de Todos), vicepresidenta de la comisión de Educación, vio en el anuncio “un objetivo electoral”: para ella, Rodríguez Larreta apunta a “conservar cierto voto de la derecha más conservadora”.
El director de Políticas Integradoras del Ministerio de Desarrollo Social, Rafael Klejzer, criticó que el jefe de Gobierno porteño plantee “un punitivismo” en vez de “problematizar las causas por las cuales las niñas y los niños no van a la escuela”.