Macri, Cristóbal López y el cambio que no llega

En las últimas semanas y con los escándalos de corrupción que a diario siguen saliendo a luz que ocurrieron durante el kichnerismo, el presidente Mauricio Macri dio a entender de manera contundente, que el zar del juego K (Cristóbal López) ya no obtendrá ningún beneficio que esté por fuera de las normas estatales, mostrando así un gesto de que está dispuesto a enfrentarlo.

También se sabe que, durante la campaña electoral del 2015 y cuando ya se palpitaba la derrota K, Cristóbal López llamó durante largo tiempo al entonces candidato a Presidente para tener una reunión con él aunque recién se pudo concretar tras las elecciones y que no habría terminado del todo bien debido a las críticas que aún se mantenían desde los medios del empresario kirchnerista.

Ahora bien, por más que se intente mostrar a Cristóbal López como un enemigo del actual gobierno, hay realidades que no se pueden ocultar.

Primero porque Macri no cortó del todo las vías de comunicación con López, siempre canalizados a través de empresarios amigos y funcionarios que tenían buena relación con el empresario.

A su vez, vale recordar que, desde que el empresario se adueñó de las tragamonedas del hipódromo de Palermo y el Casino Flotante, jamás pagó el impuesto de ingresos brutos. Osea, un beneficio millonario, en ese caso, correspondiente a Capital Federal, gobernada en ese entonces por el mismísimo Macri.

Por eso, como se viene diciendo en las páginas de Hoy, hay millones de argentinos que votaron para que haya un cambio real en el país y que reclaman Justicia para que todos los corruptos que se robaron el país sean investigados, y consecuentemente enjuiciados con todo el peso de la ley.