Marcelo D’Alessio quiere convertirse en arrepentido
El falso abogado viajará la semana que viene a Dolores, desde el penal de Ezeiza, para buscar convertirse en arrepentido por segunda vez. En la primera oportunidad, el juez Ramos Padilla determinó que lo que pretendía aportar D’Alessio no era suficiente.
La semana que viene, el falso abogado Marcelo D’Alessio podrá tener una nueva posibilidad de convertirse en arrepentido. Es que en la Fiscalía Federal de Dolores lo esperan para escuchar lo que tenga para decir y para comenzar a evaluar si es suficiente para promover un acuerdo, que luego deberá pasar el filtro del juez del caso por el cual se encuentra detenido.
D’Alessio deberá ser trasladado desde el penal de Ezeiza hacía Dolores para entrevistarse con el fiscal Juan Pablo Curi, quien accedió a recibirlo luego de que rechazara la posibilidad de concretar el encuentro de modo telemático.
El fiscal le había fijado fecha de audiencia por vía remota para el pasado 11 de noviembre, pero el falso abogado desistió de hacer uso de esa posibilidad. D’Alessio tenía el temor de que el canal virtual pudiera ser intrusado y se volviera inseguro, sobre todo considerando que su declaración no se incorporará al expediente si el juez no la homologa.
Volverá a intentar
No es la primera vez que D’Alessio intenta convertirse en arrepentido: la primera vez el fiscal Curi entendió que había elementos que permitían alcanzar un acuerdo de colaboración, pero el entonces juez de Dolores, Alejo Ramos Padilla, determinó que lo que pretendía aportar el falso abogado no era suficiente para lograr esa condición.
Aún no se sabe qué dirá en esta segunda chance, sin embargo, se especula que podría referirse a exfuncionarios e incluso a miembros del Poder Judicial. Además, fuentes judiciales recuerdan que en las últimas palabras del juicio por el que fue condenado (el caso del empresario Daniel Traficante, en el que también había sido imputado el periodista Daniel Santoro, quien luego fue sobreseído) mostró enojo con el fiscal Carlos Stornelli y con la exministra de Seguridad del gobierno de Cambiemos y actual presidenta del PRO, Patricia Bullrich.
En agosto pasado, en la audiencia del juicio que encabezó el Tribunal Oral Federal (TOF) 2, D’Alessio había declarado que le “dolió” la “canallada de quienes salieron corriendo en estado de pánico a usar los medios diciendo que (él) era un loquito o fabulador y hasta llegaron a sostener que dialogaba sobre narcotráfico o de la homologación de tal o cual calibre de proyectiles sónicos con un nietito”.
El 5 de noviembre pasado, D’Alessio consiguió la excarcelación por parte del TOF 2 . Sucedió en el marco de la causa en la que fue condenado -a través de un fallo que no está firme- a cuatro años de prisión por el intento de extorsión al empresario aduanero Gabriel Traficante. Sin embargo, sigue detenido porque tiene prisión preventiva en otro expediente.
El falso abogado busca convertirse en arrepentido en el caso que se inició con la denuncia del empresario Pedro Etchebest y que tiene entre los principales imputados al fiscal federal Carlos Stornelli.
Del allanamiento a la casa de D’Alessio en el country Saint Thomas, dispuesto entonces por el juez Ramos Padilla, surgieron los elementos de prueba que colocaron al falso abogado como un engranaje fundamental de una supuesta organización delictiva. Estaría dedicada al espionaje y la extorsión y vinculada al poder político, al judicial y a los servicios de inteligencia, durante el gobierno de Cambiemos.
Para convertirse en arrepentido y lograr los beneficios de esa condición -como una eventual reducción de la pena en el caso de ser condenado-, D’Alessio deberá “apuntar para arriba” y brindar información que permita identificar a quienes daban las órdenes dentro de la estructura criminal.