Más de 150 detenidos, entre ellos, una concejala platense
La movilización de jubilados e hinchas de fútbol fue brutalmente reprimida con balas de goma, gases lacrimógenos y camiones hidrantes. Denuncian detenciones arbitrarias y heridos de gravedad.
Una jornada de grave violencia institucional se vivió ayer en las inmediaciones del Congreso de la Nación, donde una protesta de jubilados, acompañados por hinchas de distintos clubes de fútbol y organizaciones sociales, fue brutalmente reprimida por las fuerzas de seguridad. El operativo, ordenado por el Ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich, dejó un saldo de al menos 21 heridos y más de 150 personas detenidas.
Entre los detenidos se encontró el titular de la seccional ATE Capital, Daniel Catalano, quien fue liberado horas después. “La violenta represión de hoy supera todos los límites, hiere a la democracia de nuestro país”, denunció Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE. También fue aprehendida la concejala platense de Unión por la Patria, Cintia Mansilla, quien relató que su detención se produjo cuando intentaba retirarse de la movilización. “Nos redujeron al piso y nos comunicaron que estábamos detenidos”, afirmó la edila tras recuperar la libertad.
El violento accionar policial no distinguió roles ni identidades. Francisco “Paco” Olveira, sacerdote del Grupo de Curas en Opción por los Pobres, fue golpeado por efectivos de la Policía Federal cuando intentaba impedir que se llevaran detenido a un manifestante. “En un momento quisieron llevarme, pero otro de la Policía dijo este no, que es cura”, detalló Olveira.
A pesar del despliegue represivo, la protesta continuó en la Plaza de Mayo, donde las fuerzas de seguridad formaron un cordón para proteger la Casa Rosada y reprimieron nuevamente a los manifestantes. Durante la noche, cacerolazos en distintos puntos del país expresaron el repudio popular a la violenta respuesta del Gobierno.
La jornada, que comenzó como una manifestación pacífica en defensa de los derechos de los jubilados, culminó con un saldo alarmante de heridos, detenidos y denuncias por abuso de poder por parte de las fuerzas de Seguridad de Bullrich, profundizando el clima de tensión social y política en el país.