Las medidas previstas por el Gobierno libertario contemplan más recortes, cierres de organismos estatales y reformas estructurales.
Tras concluir su gira internacional, Javier Milei regresa al país con la mirada puesta en una carrera contra el calendario. En las próximas semanas, el Presidente buscará firmar una serie de decretos antes del 8 de julio, fecha en que caducan las facultades delegadas que le otorgó la Ley Bases. Según trascendió, al menos trece decretos ya están redactados y esperan la firma presidencial.
Las medidas contemplan recortes presupuestarios, cierres de organismos estatales y una mayor centralización administrativa. En el listado figuran el INTA, Anmat, Senasa, ANAC y el Instituto Nacional del Cáncer, entre otros. En el caso del INTA, se prevé una reestructuración profunda que podría incluir despidos, venta de inmuebles y cambios en su conducción.
En esa línea, las carteras de Salud, Capital Humano y Economía concentran el mayor número de reformas, aunque el proceso legal para implementar los decretos podría demorarlas.
Por otra parte, el Gobierno festeja el descenso en la planta estatal, que pasó de 322.000 a 292.000 empleados en un año, y mantiene congelados los sueldos de funcionarios desde diciembre.
Con las facultades extraordinarias a punto de expirar, el futuro del Ministerio de Desregulación, a cargo de Federico Sturzenegger, es incierto. Aunque podría conservar funciones asesoras, la capacidad real del Ministerio para incidir en las decisiones gubernamentales, se verá notablemente limitada.
En este contexto, el oficialismo apuesta a los decretos exprés para garantizar la continuidad de su hoja de ruta, evitando una vez más el debate democrático.