Durante el día de ayer, miles de seguidores del exmandatario de Brasil Jair Bolsonaro invadieron el Palacio del Planalto, el Congreso Nacional y el Supremo Tribunal Federal, tras lo cual el presidente Lula da Silva decretó la intervención de las fuerzas de seguridad.
La jornada de ayer provocó conmoción en el territorio brasilero, cuando miles de seguidores del exmandatario de Brasil Jair Bolsonaro invadieron y atacaron las sedes del Poder Ejecutivo, el Legislativo y Judicial en la capital brasileña.
Al tiempo que algunos manifestantes llegaron hasta la puerta del Palacio del Planalto, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva se encontraba en Araraquara, interior de San Pablo, en el marco de una visita prevista en agenda desde el pasado viernes a fin de observar zonas de desastres ocasionados por las lluvias. Por su lado, Bolsonaro se encontraba ayer en Orlando, Estados Unidos, adonde viajó luego de abandonar la presidencia.
Algunas fuentes indicaron que los manifestantes fueron los mismos que venían realizando una acampada frente al edificio que alberga al comando del Ejército y que de allí marcharon a la Explanada.
Durante el hecho, considerado como “intento de golpe de Estado”, los manifestantes, que arribaron en caravanas de todo el país, rompieron vidrios, cámaras de seguridad, armarios y despachos en el Planalto y en el Supremo Tribunal Federal (STF).
Además, ingresaron a las oficinas de los colaboradores del primer mandatario, rompiendo todos los objetos a su paso dentro de la sede del gobierno federal.
Al respecto, Rodrigo Pacheco, presidente del Senado, sostuvo que “estos actos antidemocráticos deben sufrir el rigor de la ley”.
En tanto, Ibaneis Rocha, gobernador de Brasilia, determinó la expulsión del puesto del secretario de Seguridad, Anderson Torres, a quien atribuye la responsabilidad por la invasión de los golpistas al Palacio del Planalto, al Congreso y a la Corte Suprema, precisaron fuentes gubernamentales. Esta decisión se publicará en el Boletín Oficial de la capital.
Asimismo, por el violento asalto de las sedes de gobierno, se pronunció Lula y decretó la intervención de las fuerzas de seguridad de Brasilia, a la vez que responsabilizó a Bolsonaro.
Según se informó, el decreto de intervención en el Distrito Federal regirá hasta el 31 de enero de 2023. La medida se limitará al ámbito de la seguridad pública.
El mandatario nombró como interventor a Ricardo Capelli, secretario general del Ministerio de Justicia, quien será el responsable de toda el área de seguridad en la capital y estará subordinado directamente al presidente.
El interventor tendrá poderes para requerir fondos y bienes a disposición del gobierno regional del Distrito Federal de Brasilia para desempeñar sus funciones, según un decreto leído por Lula.
El discurso de Lula tras el ataque
El presidente brasileño Lula da Silva calificó de “acto antidemocrático” las manifestaciones golpistas que tuvieron lugar este domingo en varias sedes gubernamentales de Brasilia, prometió averiguar quién financió el accionar de los radicales bolsonaristas y anunció la intervención federal de la ciudad capital.
“Todos deben estar al tanto de la barbarie que tuvo lugar este domingo en Brasilia. Aquellas personas a las que llamamos fascistas, que son lo más abominable de la política, invadieron el Palacio y el Congreso. Creemos que hubo una falta de seguridad”, aseveró Lula desde San Pablo, a donde viajó durante el fin de semana para inspeccionar los daños causados por la lluvia en esa región.
“Quien haya hecho esto será encontrado y castigado. La democracia garantiza el derecho a la libre expresión, pero también exige que las personas respeten las instituciones. No hay precedente en la historia del país de lo que hicieron hoy. Por eso deben ser castigados”, agregó el líder del Partido de los Trabajadores, quien además anunció la intervención federal de Brasilia.
“Y vamos a averiguar quiénes son los financistas de los que fueron hoy a Brasilia, y todos pagarán con la fuerza de la ley”, aseguró.
Además, Lula apuntó directamente contra Jair Bolsonaro y sus discursos de odio. “Aprovecharon el silencio del domingo, cuando todavía estamos formando el gobierno, para hacer lo que hicieron. Y saben que hay varios discursos del expresidente alentando eso. Esa es también su responsabilidad y la de los partidos que lo apoyaron”, señaló.
En las próximas horas, el presidente regresará a Brasilia para seguir de cerca los acontecimientos.