El ministro de Trabajo reafirmó su intención de “recuperar” el poder adquisitivo de los trabajadores. Reconoció que la negociación es “bien compleja”, pero remarcó que el año pasado hubo “muy baja conflictividad” .
El ministro de Trabajo de la Nación, Claudio Moroni, dijo ayer que apunta a que el salario mínimo vital y móvil se acerque a la inflación, y enfatizó: “Tenemos que recuperar los salarios”.
El funcionario dijo que “el objetivo es, en la nueva negociación de septiembre, reajustar el número final que habíamos pactado” y poner en línea ese monto con “una realidad más cercana a la inflación o lo que se está negociando en el resto de los convenios”.
Moroni se refería a la paritaria por el salario mínimo, a la que calificó como “bien compleja, porque tiene 32 miembros”.
“Hasta en logística es compleja” esa negociación, remarcó el ministro, porque “hay 16 representantes del sector patronal de distintas cámaras y participan 16 representantes de los trabajadores”.
No obstante, el titular de la cartera laboral se mostró optimista respecto del curso de las negociaciones, a pesar de su complejidad.
“Pasamos el peor año de la historia argentina el año pasado”, explicó, en referencia a los estragos causados por la pandemia de Covid-19, tanto en el ámbito laboral como en otros órdenes de la vida económica y social, “y tuvimos muy baja conflictividad”.
La situación actual es mejor, pero la recuperación “es bastante heterogénea”, dijo Moroni. Y se mostró confiado en que la situación de los trabajadores va a seguir mejorando “a medida que aflojan las restricciones” dispuestas en el contexto de la pandemia.
Para septiembre, y tras los adelantos en el aumento dispuestos por el Presidente Alberto Fernández a partir de julio, el salario mínimo vital y móvil se fijará en 29.160 pesos, que era la cifra originalmente prevista para febrero de 2022.
Moroni anticipó que su intención es que el salario mínimo tenga un aumento similar al logrado por diversos gremios en sus respectivas paritarias, que parten de un piso del 40% anual. “Nos parece que es un rango que puede estar en el orden al objetivo que estamos apuntando”, dijo.