Nación prevé un plan de desarrollo federal para acabar con la centralidad de Buenos Aires

El Ministerio del Interior elabora una serie de proyectos para que la salida de la pandemia federalice al país y desconcentre el AMBA. Se prevén obras para seis provincias, que costarán lo mismo que gastó Macri en hacer siete kilómetros de autopista.

El Ministerio del Interior de la Nación avanza en la construcción de un plan de desarrollo federal que incluirá obras públicas en varios puntos del país y que contempla un listado de 20 proyectos para el desarrollo de seis provincias del Noroeste argentino por un costo total de 700 millones de dólares, aproximadamente lo mismo que gastó Mauricio Macri para realizar el Paseo del Bajo porteño.

En medio de una fuerte polémica por la quita de recursos coparticipables a la CABA, el Ejecutivo reconoce la importancia de todo aquello que esté por fuera de los límites de la avenida General Paz, buscando “favorecer la reconstrucción económica” en el actual contexto de la pandemia de coronavirus y “terminar con la centralidad de Buenos Aires” para poner en marcha un país “multipolar”, según lo expuesto por el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, al exponer en la 26° Conferencia Industrial de la Unión Industrial Argentina (UIA), donde planteó la necesidad de impulsar un plan estratégico de ­desarrollo federal.

“Con la aparición de la pandemia se evidenciaron problemas estructurales, como la concentración poblacional: el AMBA concentra el 40% de la población”, indicó el ministro, que anticipó además que “tenemos que aprovechar la salida de la pandemia para ver cómo vivir mejor; por eso, desde el Ministerio del Interior aprovechamos para desarrollar un plan de desarrollo federal”.

Fue su Ministerio el que se encargó durante gran parte del primer año de gobierno de Alberto Fernández de aceitar la distribución de la ayuda financiera que llegó a las provincias para enfrentar los efectos de la pandemia en las economías locales, al tiempo que recolectaba información para confeccionar el plan.

Los primeros trazos de esta iniciativa recogen obras de infraestructura de diversa dimensión para las regiones nacionales y apunta a mejorar la productividad, como las proyectadas para el Noroeste, donde ya están en vista 20 obras por 700 millones de dólares que fueron pedidas hace años por los gobernadores, y que claramente no estaban dentro de las prioridades del gobierno saliente, a cargo de Macri.
Esto evidencia una dirección diametralmente opuesta en materia de obra pública para el Gobierno de Alberto Fernández, cuyas obras no están centradas en la Ciudad de Buenos Aires y en el conurbano bonaerense.

Las obras para el NOA

El plan de desarrollo que elabora la cartera de De Pedro incluye para Catamarca tres obras por 129 millones de dólares: una línea de alta tensión para las localidades de Aimogasta, Tinogasta y Fiambalá; el puerto de transferencia multimodal de cargas en Recreo, esencial para el corredor bioceánico; y un acueducto para abastecer al sureste de la provincia y al oeste de Santiago del Estero.

En Jujuy, se pretende avanzar con la primera etapa de la fábrica de baterías de litio y la expansión de troncal de fibra óptica, con un costo aproximado de 14,5 millones de dólares.
En Salta, se aspira a contar con un centro de distribución multimodal de cargas, un centro de medicina nuclear y la rehabilitación de los ramales ferroviarios C-14 y C-15, para lo que se necesita una inversión estimada en 150 millones de dólares.

Respecto de Santiago del Estero, se planifica un canal de desagüe prolongación de La Magdalena-Tres Lagunas; la construcción de puentes alcantarilla de tres vanos sobre el Canal Interprovincial; el acueducto dique El Bolsón-Frías; el Canal Interprovincial Ruta 35; y el mejoramiento e impermeabilización del Canal de la Patria, desde Santos Lugares hasta Quimilí, con una inversión estimada de 135 millones de dólares.

En La Rioja, se necesitan 110 millones de dólares para la ampliación de la cadena de producción porcina en la región de Los Llanos; una línea de distribución troncal energética de 132 millones de dólares en las localidades de Chamical y Chepes; y el gasoducto productivo y de la familia entre Casa de Piedra, Chamical y Chilecito.

Finalmente, en Tucumán se solicita el desa­rrollo del área de riego Río Medina y del sistema Río Tala, más la construcción de una estación multimodal de cargas, obras que implicarían 162 millones de inversión.

Ante el cónclave de la UIA, De Pedro dijo que esas 20 obras tienen “todas juntas el mismo costo que el Paseo del Bajo porteño”, la obra que el gobierno de Mauricio Macri “priorizó” para “ordenar el tránsito de camiones”, de 700 millones de dólares.

“Priorizaron ordenar el tránsito de camiones que van al Puerto de Buenos Aires en vez de generar puertos en las provincias”, dijo el funcionario ante la cúpula de los industriales, y lo repitió en la Casa Rosada ante gobernadores al firmar el Consenso Fiscal.

País multipolar

El funcionario aseguró, en ese sentido, que el objetivo del Gobierno nacional es tener un país “multipolar” en el que “cada región tenga las condiciones de infraestructura y de calidad de vida para empresarios y trabajadores”.

“La centralidad del Puerto de Buenos Aires también conspira contra la competitividad de las economías regionales, que están obligadas a enviar sus productos a los mercados asiáticos en barcos por el océano Atlántico”, ya que “hoy Argentina tiene su principal aliado estratégico, que es Asia” y “todos los productos están saliendo por el Atlántico, en viajes que llevan 14 días de barco, con un costo significativo”.

“Generar dos corredores bioceánicos, a través de los que Argentina pueda sacar su producción vía Chile, va a ser una ventaja competitiva para todo el NOA y para todo el Centro”, aseguró, a la vez que resaltó los beneficios que significaría un acuerdo con el país trasandino al sostener que “los 14 días ahorrados en viaje podrían significar que la carne exportada pase de ser congelada a enfriada, con una ganancia casi un 50% superior a la actual”.

En el Noreste, con la mirada puesta en la potencialidad de la hidrovía, los gobernadores reclaman fondos para mejorar o crear puertos, tal como dice siempre uno de esos gobernadores, quien vocifera que, “con la décima parte de lo usado para algunas obras de infraestructura en el Área Metropolitana”, él “hace el puerto que necesita para toda la provincia”, al tiempo que uno de sus vecinos asegura que cinco millones de dólares alcanzarían para desa­rrollar su propia salida al río y al mundo.

“Hoy, para poder hacer estas obras, rutas, gasoductos, electricidad, hace falta plata. Estamos discutiendo con el FMI cuándo le vamos a devolver la plata que se pidió. El gobierno anterior pidió más de 100.000 millones de dólares y no están ni en los puertos, ni en las rutas, ni en los gasoductos, ni en las líneas de alta tensión, con lo cual este plan de desarrollo va a ser un plan de largo plazo, porque los recursos son finitos”, definió De Pedro.

Noticias Relacionadas