La empresa de la estafa cripto le soltó la mano a Milei
“No nos dedicamos al lanzamiento de tokens ni a la creación de mercados”, indicó KIP Protocol.
El impacto del RIGI fue nulo: la inversión extranjera neta cerró en apenas $89 millones de dólares, el registro más bajo desde 2003. Analistas advierten que sin la eliminación del cepo y una política que fomente encadenamientos productivos, el escenario no cambiará.
17/02/2025 - 00:00hs
La Inversión Extranjera Directa (IED) en Argentina tuvo en 2024 su peor desempeño desde que el Banco Central comenzó a medir la serie en 2003. Los ingresos netos fueron de apenas $89 millones de dólares en el año, un desplome sin precedentes que pone en duda la efectividad del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), impulsado por el Gobierno para atraer capitales.
Si bien hasta noviembre la IED acumulaba ingresos netos por $784 millones dólares, la abrupta salida de $695 millones en diciembre, producto de la repatriación de capitales del sector energético, arrastró la cifra a su nivel histórico más bajo.
Un informe de Vectorial advirtió que “la aprobación del RIGI no ha tenido un impacto significativo en el mercado de cambios”. Entre enero y noviembre, la inversión promedio mensual fue de $71 millones de dólares, apenas por debajo de los $76 millones mensuales registrados en 2023. Sin embargo, la salida de capitales en diciembre confirmó que las expectativas no se tradujeron en resultados concretos.
Los antecedentes históricos también reflejan la gravedad de la situación. En 2008, la IED alcanzó su pico máximo con $3.633 millones de dólares, seguido de 2011 con $3.515 millones y 2012 con $3.744 millones. Durante la gestión de Cambiemos, la inversión extranjera nunca superó los $3.000 millones de dólares anuales, pese a ser una de las prioridades económicas del gobierno. En los últimos años, las restricciones cambiarias limitaron el flujo de capitales, pero la caída de 2024 batió todos los récords negativos.
Vale destacar que el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) prometió atraer inversiones por $10.000 millones de dólares a mediano y largo plazo, con proyectos clave como el oleoducto Vaca Muerta Sur y el buque de licuefacción de gas natural. Sin embargo, estos desarrollos tardarán años en concretarse y no ofrecen soluciones inmediatas a la crisis de inversión.
El panorama para 2025 dependerá de la capacidad del Gobierno para generar confianza y establecer condiciones que realmente atraigan inversiones. Por ahora, los números confirman que ni el RIGI logró revertir el derrumbe histórico de la IED.