No dejen para mañana lo que pueden hacer hoy

El paro general por 24 horas al que la CGT convocó para mañana afectará prácticamente todos los servicios públicos: colectivos, trenes y subtes

El paro general por 24 horas al que la CGT convocó para mañana afectará prácticamente todos los servicios públicos: colectivos, trenes y, para quienes viajen a Capital Federal, subtes; tampoco habrá actividad bancaria, recolección de residuos y se verá afectada la administración pública. Además, desde el mediodía de hoy y durante mañana no habrá dictado de clases, mientras que en cuanto a la salud pública, solo habrá guardas mínimas.

Hay que destacar que al adherir el gremio Camioneros y el transporte, se complican el resto de las actividades: se verá afectada la recarga de cajeros automáticos, la distribución del correo y la recolección de residuos.

Por otro lado, todos los gremios aeronáuticos se plegaron a la medida de fuerza por 24 horas y no habrá vuelos de cabotaje ni internacionales.

Los comercios, por su parte, también podrían sumarse a la medida de fuerza, como así también podría verse afectada la actividad en restaurantes y bares (adhieren los gastronómicos).

EN FOCO

Sin el apoyo de un plan estratégico, toda protesta queda en berrinche

La huelga de mañana, cuyo preludio empezaremos a palpitar con las movilizaciones de hoy, lejos de cambiar la historia del país, servirá apenas para quitarle presión a la olla, como descarga del sistema nervioso. 

Pues, de nada vale el paro si no se lo acompaña de un plan estratégico, apoyado en la materia gris de mentes doctas (que son muchas en la Argentina) y en la unión de todos los sectores para pensarnos verdaderamente de nuevo: el conocimiento y las ideas al servicio de la reactivación de la obra pública intensiva, la explotación de las economías regionales, el rescate de las PyMes, el pleno empleo y la reducción de la pobreza.

Ese anhelo de superación, esas ganas de levantar a la patria de su fango, podría unir en una misma causa al médico y el operario de una fábrica; al comerciante y el docente; al policía y la enfermera. 

¿Qué le impiden al movimiento obrero, a la oposición que representa cierta izquierda y al PJ empezar a hacerlo desde ahora?

Va de suyo que la protesta tiene su razón de ser ante el dolor de los millones que hoy la pasan mal. Pero si pierde sustancia, si se reduce a frases hechas escritas en una bandera, a insultos con el FMI y el Presidente como blancos, todo queda en un mero berrinche. Un griterío confuso que genera malestar, que se queda en la superficie sin modificar las estructuras y que, en lugar de empatizar con la sociedad, termina enfrentando al movimiento obrero con la gente.