La Plata

¿Se abrirá una caja de Pandora judicial?

La detención de el exjuez Melazo, ¿destapará la candente olla en la que se revuelven jueces y fiscales? ¿Ventilará los males del poderoso y putrefacto Poder Judicial que lo protegió durante años?

En el frío amanecer del viernes, el exjuez de Garantías de La Plata, César Melazo, encontró su ocaso. Corrían las primeras horas de la mañana, cuando agentes de la Policía Federal le interrumpieron el sueño en su chacra de Gorina.

En la finca de 145 y 480 -un par de pintorescas héctareas, piscina, lago artificial-, Melazo reposaba con su familia. Pero la sorpresa le cruzó el rostro al oír las voces de alto. No opuso resistencia. Abrió la puerta y franqueó el paso a los efectivos que en medio del operativo hallaron un arsenal con más de una docena de pistolas, armas largas y cientos de municiones, además de dinero.

Polémico, envuelto en un manto de impunidad que lo cubrió por décadas, abandonó su vivienda esposado y al partir aseguró: “Voy a hablar ante la fiscal [que encabeza el caso, Betina Lacki]”

¿Abrirá la caja de Pandora? ¿Destapará la candente olla en la que se revuelven jueces y fiscales? ¿Ventilará los males del poderoso y putrefacto Poder Judicial que lo protegió durante años?

Melazo cayó acusado de integrar y proteger a la “banda del comisario”, una presunta asociación ilícita conformada por ladrones, exbarrabravas de Estudiantes y Gimnasia, presos, jefes policiales de la Bonaerense hoy fuera de servicio y funcionarios judiciales. 

Pesan sobre el exjuez los delitos de supuesta coacción agravada, encubrimiento y defraudaciones como parte de una organización que se habría dedicado a realizar salideras bancarias, entraderas y a detectar casas vacías para luego desvalijarlas, en “zonas liberadas” garantizadas por sectores de la Bonaerense. También, los acusados estarían involucrados en la compra-venta de vehículos robados y el cobro de pólizas de seguros. Una vez reportados los hechos delictivos, jueces como Melazo se encargaban de que las causas no avanzaran. Por el caso, también está imputado el juez de Casación Manuel Martín Ordoqui.

De acuerdo a la hipótesis judicial, los líderes de la organización serían el comisario inspector Gustavo Bursztyn, hasta hace unos días integrante del Comando de Patrullas local, y el teniente 1° Gustavo Mena. Tras los últimos operativos, suman 12 los detenidos: además del extitular del Juzgado de Garantías Nº2 de La Plata, ayer fueron capturados otros sospechosos, como Rubén Herrera, exjefe de la barrabrava de Estudiantes. Además , se allanó la casa del exfiscal Tomás Morán.

El caso que disparó la investigación fue el homicidio de Juan Roberto Farías, ocurrido en diciembre de 2010 en el hall del edificio de La Loma en el que habitaba. Se habría tratado de un ajuste de cuentas de la banda por no haber repartido el botín de unos U$S 6.000.000 tras el robo a la casa del entrenador de fútbol y representante de jugadores, Roberto Zapata, exayudante de campo del DT Néstor Craviotto.

Ese “escruche” ocurrió el 18 de julio de 2010, mientras Zapata festejaba sus 60 años con una fiesta a la que fueron invitados personalidades de la política y la Justicia, entre ellas, Melazo.

El Oyarbide platense

El 22 de noviembre de 2016, Melazo fue apartado preventivamente de su cargo, en el marco del jury de enjuiciamiento que se le inició por una ola de irregularidades. Conociendo su destino, en junio de 2017 presentó su renuncia como juez, tomando el atajo impune que antes había elegido el controvertido Norberto Oyarbide. Así, evitó enfrentarse a la destitución, y perder sus fastuosos beneficios judiciales.

Fue la coartada final de un juez que desde 2002 enfrentaba denuncias en el marco de una causa por la sustracción de unos 4.000 cerdos y 1.000 caballos en la periferia platense, en la que los detenidos declararon haber pagado coimas al fiscal del caso, Carlos Gómez (destituido en 2013), y a Melazo.

Incluso, por esos años el entonces Gobernador Felipe Solá lo denunció por encubrimiento a desarmaderos y por proteger el juego clandestino. Pero no pudo contra el Poder Judicial.

Fue acusado de incurrir en irregularidades en la investigación de la fuga del exbarrabrava Marcelo Mallo, presuntamente ligado al doble crimen narco ocurrido en el shopping Unicenter en 2008; años después, al subrogar en 2015 a la jueza Marcela Garmendia, esta lo acusó de haber abusado de su poder como juez.

En su parábola de vida, que va de la defensa ferviente de la “maldita Policía” de los ’90 a su incondicional apoyo al exjefe de Gabinete, Aníbal Fernández, Melazo amasó vínculos de todo tipo con el poder y, así, se volvió omnipotente en los tribunales. 

Fue garante de la impunidad de muchos, se unió en el espanto con poderosos jueces y fiscales que lo cobijaron en sus delitos, conoció y conoce a todos. 

¿A quién de sus excolegas arrastrará en su caída?

Puede que la caja de Pandora empiece a abrirse, que el derrotado Melazo, oscuro engranaje del Poder Judicial, sea apenas la primera pieza de un efecto dominó que recién se inicia.

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