El Consejo Federal de Educación se reunirá hoy para analizar y validar las modificaciones en el protocolo de la asistencia a clases en los niveles primario y secundario en todo el país, definidos ayer por el Ministerio de Educación.
Nicolás Trotta, ministro de Educación de la Nación, se reunió ayer con el Consejo Asesor para el Regreso a las Clases Presenciales con el objetivo de poner en común las sugerencias de las jurisdicciones educativas para definir la propuesta con las modificaciones de los protocolos sanitarios a fin de “intensificar la presencialidad” en las aulas a partir del 1° de septiembre.
Estos cambios que propone la cartera educativa a los protocolos vigentes, definidos en la resolución nº 398/2021, serán presentados hoy en una nueva asamblea del Consejo Federal de Educación (CFE), que agrupa a todos los ministros provinciales del área, al ministerio nacional y al de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La propuesta contempla tres escenarios posibles y refiere a condiciones mínimas, sobre las cuales cada jurisdicción podrá adicionar otras medidas que considere convenientes.
En este sentido, uno de ellos es el de “condición óptima”, según explicaron oficialmente, en el caso de que las escuelas puedan asegurar la presencialidad completa manteniendo un distanciamiento físico de 1,5 metros entre los estudiantes, sin dejar de ventilar, asegurar la utilización de mascarillas y la higiene de manos.
Por otro lado, aparece la “condición admisible”, en la que cuando no sea posible asegurar una presencialidad plena, se tomará una distancia física de 90 centímetros entre los alumnos en las aulas, aunque se sostiene el requerimiento de dos metros en los espacios comunes y con los docentes. “En este caso, aumenta el requisito de ventilación, no solamente manteniendo abiertas ventanas y puertas, sino incrementando el tiempo de ventilación entre clases”, explicaron.
Por último, el tercer escenario posible es el de las “excepciones”: solo en el caso de que no sea posible sostener un distanciamiento físico de 90 centímetros entre los estudiantes, se podrá mantener una distancia menor, y las excepciones podrán aplicarse en contextos de bajo riesgo epidemiológico y con “adecuada cobertura de vacunación” en la población general.
Sin embargo, las excepciones deberán ser acompañadas por otras medidas obligatorias, tales como el mantenimiento y el aumento del resto de las medidas implementadas; la distancia entre estudiantes y docentes, así como entre docentes, se deberá mantener en dos metros; el distanciamiento en zonas de uso común, incluyendo comedores, no podrá ser menor a los dos metros; y añadir estrategias preventivas adicionales. Estas últimas deberán incluir la realización de testeos en la comunidad escolar, la utilización de doble y triple barbijo y asegurar que la superficie mínima por estudiante en el aula sea de un metro cuadrado. También se tendrá que llevar adelante el rastreo de contactos en el caso de aparición de síntomas, el uso de medidores de dióxido de carbono, el control de las condiciones sanitarias de la localidad y la obligación de informar los parámetros de los testeos semanalmente en la plataforma Cuidar Escuelas.
A su vez, en lo vinculado a los testeos, podrán consistir en pruebas de presencia de antígenos correspondientes a la Covid-19 y, según resaltaron oficialmente, estas pruebas se efectuarán en muestras aleatorias de un 10% de la población escolar, con una frecuencia semanal.
En esta línea, en el caso de detectar los antígenos correspondientes, se procederá a suspender las clases presenciales en la cohorte que los haya presentado, aislando preventivamente a estudiantes y docentes que hayan estado en contacto estrecho.