Un año de Milei: ajuste para muchos, ganancias para pocos
El primer año de Javier Milei al frente del gobierno dejó un saldo negativo para la mayoría de los argentinos: recesión, tarifazos, ajuste y aumento de la pobreza e indigencia. Mientras las grandes empresas celebran ganancias récord, los sectores más vulnerables enfrentan un deterioro sin precedentes en sus condiciones de vida.
Este martes, Javier Milei conmemorará a través de cadena nacional su primer año al frente de la presidencia. En estos 12 meses, el balance para gran parte de la población ha resultado desfavorable.
La administración libertaria profundizó recortes que beneficiaron a los sectores más poderosos en detrimento de los grupos más vulnerables. Mientras las empresas energéticas, alimenticias y financieras incrementaron considerablemente sus utilidades, la ciudadanía enfrentó aumentos de tarifas, pérdida de poder adquisitivo y un preocupante incremento de la pobreza.
El modelo económico impulsado por La Libertad Avanza estuvo marcado por la desregulación, la eliminación de subsidios y un severo ajuste fiscal que impactó negativamente en los sectores más frágiles. Las grandes empresas disfrutaron de ganancias históricas: las petroleras registraron aumentos del 800%, mientras que las energéticas y alimenticias lograron incrementos del 700% y 600%, respectivamente. Asimismo, el sector financiero se benefició enormemente, se destacó el Banco Santander con un incremento del 427% en sus ingresos netos.
A pesar de este contexto, la situación de la población no mejoró. La pobreza afecta al 50% de los argentinos, lo que equivale a 23 millones de personas, y la indigencia creció un 76%, alcanzando a 6 millones. En los menores de 18 años, el panorama es aún más alarmante: el 65,5% vive en condiciones de pobreza, y el 20% en indigencia.
Los jubilados también se vieron perjudicados, ya que su capacidad de compra disminuyó frente a una inflación que se estima cierre en torno al 120%. Los salarios reales cayeron un promedio del 6,8%, mientras que 16.500 pequeñas y medianas empresas cerraron, lo que dejó sin trabajo a 160.000 personas. La industria y el comercio experimentaron contracciones del 12,4% y 10,8%, respectivamente, intensificando la recesión económica.
Por otro lado, la represión a la protesta social se intensificó con el uso de protocolos que limitaron las manifestaciones. También se ajustaron los programas de ayuda social: el ingreso real del Potenciar Trabajo se desplomó un 58%, y el programa Acompañar, destinado a víctimas de violencia de género, sufrió un recorte del 87%.
El balance de este primer año de gestión de Milei refleja un gobierno enfocado en priorizar el superávit fiscal y las ganancias empresariales por encima del bienestar de la sociedad. Aunque se vislumbra una posible estabilización económica en 2025, la incógnita sigue siendo si este modelo beneficiará a la mayoría o continuará concentrando sus ventajas en unos pocos.