Un nuevo intento de emboscada judicial a Juan Pablo “Pata” Medina

Luego de los hechos de violencia sucedidos en las puertas del Hospital Italiano, donde agredieron al líder sindical a plena luz del día y con la indiferencia policial, la defensa del sindicalista pidió imputar a los oficiales por “abuso de autoridad y privación ilegítima de libertad”.

El pasado martes por la mañana, Juan Pablo “Pata” Medina, exlíder sindical de la Uocra, se dirigía al Hospital Italiano de la ciudad de La Plata para realizarse un control acompañado por su mujer Fabiola y su hija.

Al momento de llegar al nosocomio fue emboscado por un grupo de personas no identificadas que le arrojaron huevos y piedras ante la inacción policial. En ese mo­mento, Medina ingresó al establecimiento en medio de insultos y provocaciones.

Si bien ninguno de los miembros de la familia sufrió algún tipo de heridas, al salir del hospital se vivió una situación que derivó en la detención del gremialista en medio de una supuesta agresión a un oficial que estaba en el operativo policial.

Cabe recordar que los episodios de violencia de los que fue víctima el extitular de la Uocra La Plata ocurrieron en el marco de la causa de la Gestapo antisindical, en la cual Medina fue perjudicado por el gobierno anterior, y casualmente a pocas horas de que el dirigente exigiera el llamado a indagatoria de María Eu­genia Vidal y otros funcionarios por la persecución ilegal hacia su persona en la gestión de Cambiemos.

Sin embargo, eso no fue todo.

Pruebas falsas

Al momento de salir del Hospital Italiano, Medina le recriminó a uno de los efectivos policiales no haber intervenido mientras era agredido. En ese momento, el miembro de la fuerza adujo que el sindicalista le habría propinado un golpe de puño, por lo que el oficial detuvo al dirigente sindical, para luego trasladarlo a la comisaría Cuarta.

Posteriormente, la fiscalía penal de La Plata ordenó la libertad del extitular de la Uocra por considerar que los hechos de violencia que se le imputaban son excarcelables.

Hasta allí la versión policial, que, como todo aquello que se genera desde la fragilidad de la mentira, no tarda mucho tiempo en ­desintegrarse. El abogado de Juan Pablo Medina presentó ante la Justicia las pruebas que respaldan el pedido de imputación al personal policial que intervino en dicho operativo por los posibles delitos de abuso de autoridad y privación ilegítima de libertad.

Según el escrito presentado por el letrado, “luego del ataque perpetrado, Juan Pablo Medina fue privado ilegítimamente de la libertad”, y sostiene entonces que “ambos hechos –el ataque de la patota y el de la ­Policía– sucedieron pocos días después de que mi representado requiriera el llamado a indagatoria de Julio Garro y del resto de los imputados”.

“Vemos ahora que se encuentra documentado que la aprehensión de Medina fue consecuencia directa de haber dicho que responsabilizaba a la Policía y a Julio Garro por el ataque previo. La irregularidad de lo actuado generó que a las pocas horas el fiscal dispusiera la inmediata libertad de Juan Pablo Medina y que, a la vez, desafectara de la investigación a la seccional Cuarta de La Plata”, remarca el documento.

En ese sentido, la línea de tiempo sobre los hechos expone la evidente mentira sobre las cuales se ordenó la detención de Medina: a las 10:22 del 22 de febrero se expuso públicamente a través de un medio de comunicación nacional que se trataba de una privación ilegal de la libertad.

“En ese momento, el personal de la comisaría Cuarta estaba intentando acomodar las actuaciones. Buscaron entonces al policía que se había entrevistado con Medina a las 8:45 (en momentos en que mi representado era atendido por el médico). Lo enviaron al Hospital Italiano a atenderse con el fin de registrar supuestas lesiones infligidas por Medina. Y lo hicieron declarar diciendo que Medina lo golpeó en el rostro (lo que no pudo sino suceder a las 8:45) y que inmediatamente se hizo atender por guardia. No ­obstante, una vez separada la comisaría Cuarta de su intervención en el caso, se tomó testimonial al médico que atendió a ese ­efectivo, quien refirió que, en realidad, el efectivo no llegó a la guardia en el horario inmediato posterior a la supuesta agresión, sino alrededor de las 11 horas”, afirman en el escrito.

Es por esto que ,“en definitiva, al ataque inicial de la patota, que además de agredirlo intentó generar el efecto de un escrache, se suman dos nuevos hechos graves: la privación ilegal de libertad y el intento de sumar una nueva imputación con prueba falsa. La mención al imputado Garro en la propia acta de allanamiento, el hecho de que todo haya ocurrido en el centro de la ciudad de La Plata, con intervención de autoridades policiales con asiento en el centro de la ciudad, la irregularidad del accionar, así como el intento de armar una nueva causa, amerita que los hechos sean puesto en conocimiento de Vuestra Señoría por su posible vinculación con el trámite de la presente”.

Todo tiene que ver con todo y todo tiene que ver con Cambiemos

El pedido de imputación de Juan Pablo Medina al personal policial que se encontraba en las afueras del Hospital Italiano y, en particular, hacia el efectivo que adujo el golpe para proceder a su detención, deja en claro la necesidad de volver a detener al dirigente bajo cualquier pretexto.

Si, como viene consignando diario Hoy, estos episodios tienen correlato directo con las denuncias del sindicalista contra dirigentes y funcionarios de Cambiemos durante la gestión de María Eugenia Vidal en la denominada “mesa judicial”, no ­debería extrañar entonces que estas vinculaciones sean extensivas a las fuerzas de seguridad.

El efectivo que detuvo a Medina bajo la excusa del golpe tiene como abogado defensor al joven Juan Manuel Beluardo.

En tiempos de redes y virtualidad, todo salta a la vista con apenas un click. Así nos encontramos entonces con la figura de Beluardo, quien forma parte de la Secretaría de Espacios Públicos de la Municipalidad de La Plata y tiene un amplio compromiso militante en Juntos por el Cambio, reconociendo a Patricia Bullrich como su referente político y acompañando a Diego Santilli durante su campaña legislativa.

Casualidad o causalidad, un hombre que pertenece al espacio de aquellos a los que Medina denuncia por haberle armado causas judiciales y de haber liberado la zona el pasado 22 de febrero se ve involucrado aquí en la defensa de uno de los acusados. A buen entendedor, pocas palabras.

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