Culpar a los demás: el caballo de batalla de un Gobierno desgastado

Tras la seguidilla de escándalos que envuelven al Gobierno, el oficialismo busca llevar el foco de conflicto lejos del líder libertario.

Luego de varias jornadas complicadas, el Gobierno nacional puso en práctica una estrategia para correr del centro de la escena al Presidente Javier Milei. El Ejecutivo decidió apuntar al asesor presidencial, Santiago Caputo, por su intervención en la entrevista que brindó el mandatario, y afianza la idea de que Milei “fue engañado” por los empresarios creadores de $LIBRA.

“Culpar a Caputo”

En esta línea, luego de la filtración del momento en el que Santiago Caputo cortó la entrevista del mandatario con el periodista Viale, desde Casa Rosada decidieron exponer una supuesta interna entre los vértices del Triángulo de Hierro, compuesto por Milei, su asesor estrella Caputo y su hermana Karina, desligando al mandatario de toda responsabilidad en el altercado periodístico.

Si bien la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, no quedó conforme luego de que el asesor presidencial interrumpiera la grabación de la nota, al ver la repercusión del incidente, decidió instalar en la agenda una interna en el Gobierno y así correr al líder libertario de la escena.

De esta forma, Caputo se encargó de señalarse como “el único responsable de la situación”, manifestando que su renuncia “está siempre a disposición del Presidente”.

“Culpar a los empresarios”

Por otra parte, el oficialismo también señaló que el Presidente “fue engañado”, haciendo referencia al supuestamente nulo conocimiento del mandatario argentino sobre la “criptoestafa”.

Como bien informó diario Hoy en ediciones anteriores, desde el Ejecutivo insisten en que Milei fue estafado por un grupo de traders y empresarios vinculados al proyecto Viva la Libertad, que promovía la criptomoneda. Entre los señalados por el oficialismo, y hasta por el mismo Presidente, se encuentran Mauricio Novelli, Manuel Terrones Godoy, Hayden Mark Davis (CEO de Kelsen Ventures) y Julian Peh (KIP Protocol).

De esta forma, el caballo de batalla del Gobierno liberal, y al parecer su única táctica de defensa, es apuntar a los demás, afirmando que el Presidente, autoproclamado futuro Premio Nobel en economía, no reconoció una estafa de manual ni aun participando en ella.

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