López fue trasladado al penal de Ezeiza
17/06/2016 - 06:11hs
Acorralados ante la flagrancia de la corrupción durante su gobierno, ayer la expresidenta, Cristina Kirchner, y el exministro de Planificación Federal, Julio De Vido, se vieron en la obligación de romper el silencio.
El argumento de ambos fue el típico “yo no fui”. Por un lado, Cristina escribió en Facebook que ella no le dio a su exsecretario de Obras Públicas, José López, los casi $ 9 millones que pretendió esconder en un monasterio de General Rodríguez: “El dinero que el ingeniero López tenía en su poder, alguien se lo dio. Y no fui yo. Ni ninguno de los miles de militantes que integran este espacio político”, se desligó, para luego amenazar: “Que nadie se haga el distraído. Ni empresarios, ni jueces, ni periodistas, ni dirigentes. Cuando alguien recibe dinero en la función pública es porque otro se lo dio desde la parte privada”.
Aun en momentos de diáspora K, cuando tres diputados y una senadora ya abandonaron el bloque avergonzados, CFK no pudo evitar la épica y hablarle “a los que lo construyeron (al kirchnerismo), a los que lo aman, a los que sufren por lo que está pasando”, pero siempre en un lugar de espectadora.
Y, como totalmente ajena al gobierno que encabezó, aseguró que quiere “saber quiénes son, además del Ing. López (secretario de Obras Públicas durante mi gestión), los responsables” de las coimas. La respuesta puede aparecer de un modo sencillo y cotidiano: parándose frente a un espejo.
Una “operación mediática”
Por su parte, De Vido eligió Twitter para denunciar “operaciones mediáticas” y criticar al presidente de la Cámara de la Construcción, Juan Chediak, quien dijo que tanto el exministro como la expresidenta “sabían perfectamente que había empresas que cobraban antes que otras” y que estaban al tanto de la corrupción en el área de Obras Pública que manejaba López.
“Cuando las denuncias se hacen en los programas periodísticos y no en la Justicia (…) son extemporáneas e improcedentes, además de simples operaciones mediáticas”, acusó el diputado nacional que ayer recibió un revés de la Oficina Anticorrupción (OA), quien reclamó al juez Claudio Bonadio que dicte el embargo de la chacra que posee en Zárate, así como la “totalidad de los bienes” que se encuentren en su interior.
La solicitud de la OA fue en el marco de la causa por la tragedia ferroviaria de Once, en la que De Vido se encuentra procesado y con un embargo de 600 millones de pesos. De oponer resistencia, debería librarse un allanamiento contra el exfuncionario.