Amenazó con un machete a la empleada de un kiosco en San Carlos

Un delincuente robó en un comercio ubicado en 520 entre 138 bis y 139, frente a un colegio primario. Escapó con el dinero de la caja. Sigue prófugo

Pasadas las 8 de la mañana de ayer, un delincuente asaltó un kiosco en 520, entre 138 bis y 139, del barrio San Carlos, amenazando a la empleada con un machete. Tras amedrentarla le sustrajo el dinero de la caja registradora y abandonó el lugar caminando. Nicolás, dueño del local asaltado y pareja de la damnificada, se comunicó con este medio para denunciar el hecho.

“Recién habíamos abierto, era pleno horario escolar y estaba lleno de chicos afuera, que estaban por entrar al colegio que está enfrente”, dijo el hombre a Trama Urbana y agregó que “entró un tipo, que es cliente habitual del barrio. Pidió una coca y cuando ella se dio la vuelta para dársela sacó un machete de la mochila”.

Blandiendo el arma, el sujeto amenazó a la mujer y le exigió dinero. “Estaba visiblemente drogado”, afirmó Nicolás. La víctima, sin resistirse, le entregó los 600 pesos que había en la caja registradora, y en ese momento ingresó un cliente al local, por lo que el ladrón tomó el efectivo y abandonó el lugar.

Según palabras del comerciante, el delincuente, de aproximadamente 25 años, es un cliente habitual del kiosco y asevera que vive en el barrio, incluso “ha venido varias veces a comprar cigarrillos”, afirmó. Tras lo ocurrido, dio aviso al 911, aunque dijo que se presentaron “un par de patrulleros y miraron, pero nada más. No radicamos la denuncia porque ya es perder el tiempo, acá es tierra de nadie. La semana pasada le robaron el auto a un hombre en la puerta del colegio que está enfrente”.

“Por suerte, el delincuente no se puso más violento, porque el mes pasado le robaron al kiosco de la otra cuadra y para amenazar a los empleados le pusieron el arma en la cabeza a un chico de 10 años. A ellos les robaron todo”, comentó indignado el hombre y añadió que “los policías nunca vienen, aparecen cuando los llamás, pero no patrullan por la zona”.

“Estoy hace un año y es la primera vez que me roban, pero porque siempre estamos a puertas cerradas a partir de las 8.30. En esta oportunidad tuvimos la mala suerte de que el sujeto justo llegó antes”, finalizó Nicolás.

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