Se trata de una especie de inhibidor, que puede almacenar un sinfín de códigos de seguridad de vehículos y abrirlos sin ningún tipo de dificultad. En las últimas semanas se registraron varios casos.
Que te roben el auto es sin lugar a dudas uno de los mayores temores de cualquier persona que tenga un vehículo en la región. En la últimas semanas se registraron varios casos en diferentes calles de la ciudad. Esto se debe a Pandora, una marca rusa de equipamientos de seguridad que produce desde alarmas para coches hasta equipamiento avanzado de uso militar.
De más está decir, no cualquier civil debería tener acceso a estos artefactos. Sin embargo, a principios de este mes tuvieron lugar varios hechos donde se usó esta tecnología para poder robarse varios automóviles. A diferencia de los tradicionales inhibidores (que bloquean las alarmas), Pandora incluye una memoria interna que se conecta a una computadora y permite descargar un gran número de códigos de seguridad.
Estas claves son los que usan principalmente las marcas de vehículos de alta gama. No obstante, una vez que se hace con estas contraseñas, puede emitir una serie de señales y lograr de este modo la apertura de las puertas del vehículo que los delincuentes quieran robarse.
Debido a que su tamaño es apenas un poco mayor el de un sobre de azúcar y pesa menos de 30 gramos, el dispositivo es muy fácil de ocultar y cualquier persona puede actuar sin ser detectado siempre y cuando esté a escasos metros del vehículo.
Cabe mencionar que su venta y uso es ilegal, aunque se lo puede encontrar en algunos sitios de Internet, donde se lo ofrece por valores que van de los 1.800 a los 3.600 euros (lo que equivale a cerca de un millón de pesos).
Como informó diario Hoy en ediciones anteriores, este aparato habría sido usado en algunos hechos sucedidos en Barrio Norte y La Loma, donde un maleante sustrajo autos que habían dejado estacionados.
El más recordado es el que tuvo lugar en 13 y 36, donde un individuo quedó captado por las cámaras de seguridad de la zona robándose las pertenencias de un coche. Al momento, el implicado sigue prófugo.