Brutal entradera con sangre y violencia en Hernández

Tres delincuentes sorprendieron a una pareja mientras dormía y el hecho dejó como saldo un herido. Hasta el cierre de esta edición no había detenidos.

En una madrugada que parecía sacada de una película de terror, una pareja de la localidad de José Hernández vivió una experiencia estremecedora a causa de un violento asalto. El ataque, que se produjo en una vivienda ubicada en la intersección de las calles 514 entre 135 y 136, dejó secuelas graves tanto en la propiedad como en uno de sus moradores.

La noche comenzó con una serie de ruidos inusuales que alertaron a los habitantes de la casa. En medio del silencio de la madrugada, dos delincuentes armados intentaron forzar una entrada al inmueble. La situación escaló rápidamente cuando los ladrones rompieron los vidrios de una ventana con el propósito de ingresar al hogar.

El propietario, sorprendido por la intrusión, reaccionó con valentía. A pesar de estar desarmado, el hombre intentó repeler a los delincuentes a golpes y patadas. La feroz resistencia no pasó desapercibida; sin embargo, el enfrentamiento dejó al dueño de la casa con cortes profundos en la pierna y los brazos, lo que provocó una significativa pérdida de sangre.

El violento altercado transformó el suelo de la casa en un caótico mar de sangre, evidenciando la gravedad del ataque. A pesar de las graves heridas, la tenacidad del propietario logró hacer huir a los ladrones, quienes se retiraron sin llevarse nada de valor.

En medio del shock y la desesperación, el propietario se mostró frustrado con la situación. “Estamos cansados de denunciar este tipo de situaciones en la subcomisaría de Hernández”, expresó con indignación. Asimismo, el damnificado detalló que el ataque comenzó alrededor de las 3 de la madrugada. “Me explotaron el vidrio de mi pieza. Tenían un arma. Los perros comenzaron a ladrar y escuché el ruido. Cuando me asomé, tenía a dos muchachos en la ventana enfrente mío. Cuando intentaron entrar, me defendí a golpes y se fueron”.

El hombre también relató la dificultad de recibir ayuda a tiempo. “Llegó más rápido mi familia que la Policía, que tardó más de 15 minutos porque estaba en otro robo”, lamentó, subrayando la frustración que sienten muchos residentes ante la falta de respuestas rápidas frente a los constantes robos en el barrio.

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