Comenzó el juicio a cuatro policías acusados de torturar y matar a un joven

El joven falleció en una comisaría en 2011. La familia y la fiscalía sostienen que fue por una golpiza que habría recibido por parte de los efectivos policiales.

El fiscal Martín Schiorazzi y los abogados de los particulares damnificados, Juan Manuel Morente y Verónica Bogliano, pidieron el cambio de carátula por la muerte de Ariel Canizzo, ocurrido en octubre de 201. 

Hasta el comienzo del debate que comenzó hoy, los acusados Ricardo de La Canal, Roberto Percuoco, Ernesto Conti, y José Antonio Cáceres- todos de la Comisaría 3ra de Berisso- afrontaban cargos por "apremios ilegales". Pero, de acurdo a los denunciantes, la calificación legal que corresponde es la de “homicidio agravado por tratarse de funcionarios de fuerzas de seguridad” y que se designe un tribunal criminal para tratar el caso.

La titular del Juzgado Correccional N°1, Myriam Ermili, consideró pertinente el planteo de los particulares damnificados y se declaró incompetente. La causa fue elevada a la Cámara de Apelaciones para que decida si corresponde que los policías sean juzgados por un correccional o por un tribunal criminal.

La víctima, quien tenía 33 años en el momento de los hechos, estaba durmiendo en su casa en Berisso, cuando en horas de la mañana del 21 de octubre de 2011, los imputados irrumpieron en su casa sin orden judicial y lo golpearon. 

Según la familia de la víctima, a Canizzo lo sacaron de la vivienda ensangrentado, a la rastra y a la vista de varios vecinos. Lo detuvieron algunas horas en la seccional, donde habrían continuado los golpes, y por la tarde, lo llevaron a Reconocimiento médico, en la Comisaría Segunda. El médico policial que lo atendió afirmó que el detenido se negó a ser revisado, pero no constató en su informe las lesiones.

Ya en la Comisaría 4ta, Canizzo fue visitado por su hermano Damián, quien lo vio golpeado, lleno de marcas, mal y descompuesto. “Avisale a mamá que mañana sábado hay visitas”, le dijo el detenido, al despedirse. Su madre, Mónica Yllescas,sostuvo que no llegó a verlo. Alrededor de las 7 de la mañana del 22 de octubre recibió una llamada de la policía de El Carmen, quien le decía: “¿Su hijo tiene alguna enfermedad?” porque “murió de un paro cardíaco”.

“Las irregularidades estuvieron presentes desde el principio de la investigación, cuando la misma policial de DDI fue quien inicio la investigación y tomó declaraciones a los policías de la Comisaría 4ta”, sostienen tanto los familiares de la víctima como la Asociación Miguel Bru, que acompaña en la causa. 

“El informe de la autopsia, a cargo de la Asesoría Pericial, sostuvo que no se podía asegurar que el paro cardíaco fue a consecuencia de lesiones traumáticas, y desvincula la muerte a las graves lesiones sufridas en zonas vitales. Sin embargo, un informe posterior de un perito de parte de la familia y la Asociación Miguel Bru, afirma que descubrió lesiones evidentes en la zona de la garganta y lengua, y que la muerte pudo ser causada por las lesiones que sufrió Ariel por parte de los policías de la comisaria Tercera del Carmen”, agregaron los particulares damnificados. 

Por su parte, Rosa Bru señaló: “Creemos que las reiteradas golpizas que sufrió Ariel por parte de la policía están directamente vinculadas con su muerte. El estado tiene que cumplir con el derecho de la familia de saber la verdad y garantizar un proceso judicial completo para saber las verdaderas causas de su muerte dentro de la Comisaría”.

De los acusados, Ricardo de La Canal hoy es capitán jubilado; Roberto Percuoco y Ernesto Conti son tenientes, y José Antonio Cácere es oficial principal. Por el momento, el juicio está suspendido hasta que la Cámara de Apelaciones decida de qué manera continuará.

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