Crimen del repartidor Pérez Gatti en Villa Elvira: detalles exclusivos

Calificados voceros le brindaron a Trama Urbana información exclusiva que hasta el momento no se había dado a conocer, y en la que se ve involucrada hasta la hermana de uno de los detenidos.

En año y medio después, finalmente el crimen del joven repartidor Nicolás Pérez Gatti, fusilado de un tiro en la cabeza en Villa Elvira por uno de los dos motochorros que lo asaltaron mientras esperaba en la puerta de una casa para entregar un pedido de la pizzería en la que trabajaba, parece haberse esclarecido luego de la captura el pasado jueves del segundo de los implicados. Diario Hoy, en tanto, accedió a información exclusiva brindada por los allegados de la víctima, que tenía 19 años.

El 5 de octubre de 2019, el chico se acercó hasta un domicilio de 81 entre 116 y 117 para entregar un pedido. Tocó el timbre, fue atendido y mientras aguardaba a que le pagaran se acercaron dos delincuentes a bordo de un ciclomotor. Le exigieron dinero y sus pertenencias y le pegaron un tiro en el cráneo, lo que le hizo perder la vida poco después en el policlínico San Martín.

Los presuntos autores del hecho, de 27 y 19 años, fueron arrestados días después, liberados por falta de pruebas al cabo de una semana pero otra vez aprehendidos: el primero en diciembre último y el segundo –quien sería el autor material del homicidio- anteayer tras un allanamiento en 32 entre 128 y 129 del que pretendió escapar, sin éxito. En todo este tiempo que permanecieron libres “cometieron un sinfín de nuevos robos”.

Dos encubridoras

Trama Urbana accedió a una información exclusiva en la cual se indica que un allegado a Pérez Gatti declaró bajo reserva de identidad que tanto el joven de 19 años arrestado como su presunto cómplice, apodado Monono, “intentaron descartar el arma criminal y la moto en la que iban en la casa de una puntera política que cuenta con varios departamentos en la zona de 126 y 609, pero solo pudieron dejar el rodado”. En esa residencia vivía el hermano del menor de los hampones y muchos lugareños exigen que esta mujer sea investigada por el delito de “encubrimiento de homicidio”.

Luego de ello, “le llegó el dato al personal del Gabinete Criminológico de la comisaria Decimosexta (que intervino en el caso) que la madre de Monono quería aportar datos pero, como es la progenitora de uno de los implicados y no puede atestiguar contra su hijo, se pidió un testigo de actuación”, narró la fuente.

Y agregó: “Delante de este testigo, la madre contó minuciosamente” cómo los dos sospechosos del asesinato mataron al repartidor. “Le quisieron sustraer la moto y la recaudación, Gatti los habría reconocido y todo finalizó con el trágico desenlace”, continuó.

En otro punto, el portavoz indicó que el ciclomotor en el que iban los cacos “era de la hermana” del que tiene 19. Tras el asalto mortal, “fueron a la casa de ella, que vivía en la parte delantera de donde residía su pariente, le contaron lo que pasó y ella les dijo que hicieran desaparecer la moto y el arma”, motivo por el cual “también debería ser investigada por ‘encubrimiento’”. Como si fuese poco, la mujer se juntó con la madre de Monono a tomar mates, “ya que eran amigas”, y en ese contexto la puso al tanto de lo que había sucedido.
Por último, la hermana del malhechor de 19 también dijo que los dos involucrados fueron hasta lo de la puntera política a descartar la pistola y el rodado, relato coincidente con el allegado de Gatti.

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