El lateral del Museo se convirtió en un espacio de reunión de motociclistas y dueños de autos adaptados que corren carreras ilegales y ponen música tan alta que asustan a los más chicos, quienes disfrutan del receso escolar.
Salir a pasear al Bosque de La Plata en el medio de las vacaciones de invierno ya no resulta una opción segura y confortable para las familias platenses, que por falta de control del personal municipal han experimentado contratiempos y disgustos en lo que va de la primera semana del receso escolar.
El lunes, por ejemplo, centenares de platenses quisieron visitar el Museo de Ciencias Naturales a partir de las cinco de la tarde y permanecía cerrado. La desilusión de los chicos que iban acompañados de sus padres no podía ser mayor al ver un cartelito en la puerta de ingreso que indicaba que solo de martes a domingo el lugar permanecerá abierto (aun en vacaciones) después de esa hora para quienes quieran visitarlo.
El fastidio que generó esa situación se incrementó cuando las familias salían del espacio del ingreso al Museo comentando la “falta de ganas de trabajar” y la escasez de personal municipal para abrir los lunes, y encima se encontraban con decenas de jóvenes tomando cerveza y todo tipo de bebidas alcohólicas a plena luz del día sobre el lateral del edificio, en dirección hacia el Observatorio. Este espacio del Bosque se ha tornado un punto de encuentro de fanáticos de los autos adaptados que corren picadas y terminan fomentando actividades ilegales y peligrosas que ponen en riesgo la salud de los más pequeños, provocan contaminación auditiva y además ocupan un espacio de recreación que antes era usado por las familias para tomar mate, hacer pícnics o juegos recreativos con pelotas o sogas con los más chiquitos.
“Ya no se puede ni siquiera disfrutar de un paseo en una tarde de sol en el Bosque de La Plata por la falta de controles. Apenas vemos algunos controles que siempre están en el centro, alrededor de Plaza Moreno o en los ingresos al Bosque, pero de noche, los fines de semana, nada. Por las tardes, este grupo de personas se pone a correr picadas alrededor del Museo, ponen la música fuerte y se apropian del lugar en donde hasta hace dos o tres años venían las personas hasta con las mascotas para disfrutar”, comentó una de las damnificadas, que suele visitar el Paseo del Bosque.
Tal como se viene informando en las páginas de diario Hoy, en esta época del año muchas personas que trabajan en la Guardia Urbana de La Plata se han tomado vacaciones, por lo que el servicio de control y ordenamiento de los autos ha quedado reducido en la ciudad.