Discutió con su madre y la atacó a cadenazos

Sucedió en la zona de Santilli y Calzetta, de la vecina ciudad de Ensenada. Tras la agresión, el sujeto se dio a la fuga.

Una simple discusión familiar terminó de una manera extremadamente violenta cuando, por razones que todavía intentan determinarse, un sujeto de 33 años atacó a su madre con una cadena de un metro y le aplicó varios golpes, informaron voceros oficiales.

Según las fuentes consultadas por Trama Urbana, el incidente se registró en la zona de Santilli y Calzetta, de la vecina ciudad de Ensenada, cuando un llamado al 911 advirtió a la Policía sobre un conflicto familiar que se estaba llevando a cabo en el interior de una vivienda, luego de que escucharan unos fuertes gritos provenientes desde el interior.

Era cerca de la 1 de la madrugada, cuando un patrullero arribó a la escena y dialogó con la damnificada, quien les dijo que momentos antes había mantenido una discusión con su hijo y que éste, en un ataque de furia, tomó una cadena de hierro y le aplicó varios golpes, tras lo cual escapó del lugar.

Debido a esto, se inició un operativo cerrojo en las inmediaciones, con el objetivo de poder dar con el sospechoso. Fue así que, tras varios minutos de intensa búsqueda, los uniformados pudieron dar con el autor del hecho en la esquina de Quintana y Ecuador, procediendo a su inmediata detención.

Asimismo, la Policia incautó la cadena con la que el implicado atacó a su progenitora y lo trasladaron hasta la dependencia de la comisaria Primera de Ensenada, que cuenta con jurisdicción en el lugar donde ocurrió el ataque. Además, se mantuvo comunicación con la UFI Nº 11, que avaló el proceder y dispuso medidas de rigor, quedando el sujeto imputado por el delito de “lesiones leves en contexto de violencia familiar (Ley 12.569)”.

Por su parte, en lo que respecta a la damnificada, la misma fue trasladada por una ambulancia hasta el hospital Cestino para recibir la correspondiente atención médica. Afortunadamente, una vez allí, los profesionales de la salud constataron que sus lesiones no revestían gravedad y que su vida no corría peligro.

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